No es el título que más me gusta, pero es que nosotros le llamamos así. Cuando uno de los miembros de un matrimonio se lía con alguien ajeno a la pareja instituida, se dice que tiene un lío. Pues eso. Hoy os hablo de una magnífica serie que se me quedo en el tintero el día de las recomendaciones, y ya me han reñido por mi olvido. Me refiero a «The Affair».
¿Te gustan los buenos dramas de personas corrientes? ¿La vida, sin ir más lejos? De eso va esta serie, con profundos conflictos absolutamente humanos. Vividos por adultos, con pensamientos y actitudes adultas. Todo empieza cuando un hombre, mediada ya la cuarentena, profesor de instituto y escritor frustrado, conoce a una mujer más joven que le hace replantearse toda su vida y le proporciona una nueva y poderosa fuerza inspiradora para su escritura.
Pero el hombre está casado y tiene cuatro hijos. Y ella está casada y tiene un pasado. Y hay por ahí personajes oscuros, con trapos sucios. Nada es fácil. El cosquilleo y la excitación de la aventura amorosa siempre van acompañados de otras cosas: la culpa, los miedos, las mentiras, etc. En esta serie los personajes viven con todo eso y ahí está el secreto de su éxito, no resulta difícil identificarse con sus alegrías y sufrimientos.
Nos regala, además, una original manera de contar la historia: en cada capítulo la vemos desde el punto de vista de dos de los protagonistas, con lo que una misma situación parece diferente, según quien la cuente. Otra vez lo de la vida misma, lo de escuchar las dos versiones. Si a esto le sumamos la muerte en extrañas circunstancias de uno de los personajes y los saltos en el tiempo (la historia la vemos en presente, pero volvemos al pasado para entenderla), tenemos un cóctel perfecto. ¿Y qué decir de los protas? Dominic West, Maura Tierney (la de «Urgencias») y la maravillosa Ruth Wilson.
Ya vamos por la tercera temporada pero, si puedes, píllala desde la primera. No te arrepentirás.
