Aprovechar al máximo la luz del sol para convertirla en energía es un reto fundamental en el avance de las fuentes renovables que, a su vez, favorece la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso, como se ha comprobado recientemente, una mayor presencia de energías no contaminantes en el mix global reduce el precio de la factura eléctrica doméstica. La Unión Europea en su estrategia 20/20/20 propone para 2020 reducir el 20 % del CO2 con el fin de frenar el cambio climático; ahorrar el 20 % de energía y que las renovables alcancen el 20 % del total consumido. Para ello, es primordial el impulso de la investigación científica. En el caso del ámbito solar, las placas fotovoltaicas presentan un techo máximo de eficiencia de un 33 %. Esta frontera en el rendimiento es el desafío que el profesor de Física Aplicada Iván Mora Seró, de la Universitat Jaume I (UJI), pretende superar mediante el proyecto No-Limit, financiado con dos millones de euros por una Consolidator grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC). Mora Seró va a desarrollar un estudio en la frontera del conocimiento para combinar materiales de naturaleza diversa en la producción de células solares. De esta manera, a través de una línea de trabajo muy innovadora va a mezclar los puntos cuánticos coloidales y las perovskitas de haluro. «Nuestro objetivo es que estas nuevas configuraciones de células solares tengan potencial para superar los límites teóricos de las células solares fabricadas con un único material», asevera el profesor, también investigador del Instituto Universitario de Materiales Avanzados (INAM) de la UJI.