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Soraya piensa

Se diría que nuestra derecha (que incluye a Pompas Fúnebres Fernández) desea provocar la guerra civil en Podemos, espero y confío en que no como ensayo general. Si fueran menos distraídos y se fijaran más comprenderían, cabalmente, que Podemos recoge, encuadra y orienta a las tribus perdidas del Israel tironero que durante veinte años trincó, especuló, vendió duros a cuatro pesetas, saqueó los bolsillos de los impositores y contribuyentes y convirtió las quiebras, que una banca codiciosa y sin riendas había provocado, en deuda pública, con la aparente bendición del Banco de España y la CNMV: nosotros apostamos a lo loco, ustedes cubren la pérdidas. La Perla, el Bigotes y demás banderilleros no son más que robaperas de sainete.

Podemos es un factor de estabilidad, aunque no lo vean, incluso es el único en posición de recomponer una razón nacional (federal), aunque eso no lo diré muy alto ni muchas veces, si no los nacionalistas llegan con el tocho de sus agravios y se ponen muy pesados. Al PP y a los de la Funeraria les conviene saberlo, no les ocurra como a Soraya Sáenz de Santamaría, que ahora dice que en el asunto del Estatut (reprise) deberían haber apoyado a Zapatero. Esa era la clave, sí: apoyar sin contrapartidas cuantas negativas formulase el entonces presidente a las pretensiones del tripartito. Pero prefirieron jugar a la afirmación nacional „Isabel y Fernando, el espíritu impera„ y quebrarle las piernas al de León.

Bueno, aún así he de felicitar a Soraya: es capaz de reflexión, es decir de análisis de sí misma dentro de un proyecto personal y colectivo, libremente elegido. No es poco. Hace años, me dijo el periodista Pep Torrent de un político que llegó a mandar mucho en Valencia y su comarca: «Yo le doy un guión y lo más raro es que lo está siguiendo». Sí, es raro y a la vez habitual: una de las tareas de la prensa democrática es suministrar argumentos a los políticos que son novelistas sin historia y no muy listos que, sin embargo y a veces, hacen lo que deben y lo hacen bien, sobre todo teniendo en cuenta que no pueden ser mucho mejores que quienes les votan.

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