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Feminicidio preventivo

Cuando una iniciativa funciona bien hay que celebrarlo. Así que he decidido aprovechar estas líneas para aplaudir el triunfo de la nueva estrategia nacional contra las denuncias falsas por violencia de género. Un proyecto sencillo pero eficaz basado en una única línea de actuación: asesinar gradualmente a toda la población femenina. Si no hay mujeres vivas, no hay mujeres que puedan denunciar a sus parejas por unos malos tratos inventados. ¡Éxito garantizado! Es de cajón, no entiendo que no se nos haya ocurrido antes.

Y da igual que la fémina en cuestión hubiera manifestado o no su intención de denunciar. Vamos, aunque asegure que jamás sería capaz de fingir una paliza o un intento de asesinato. La prevención aquí es clave, especialmente cuando la dictadura de género continúa extendiendo sus tentáculos sin piedad. Ya se sabe, nunca puedes fiarte del sexo débil, que somos malas y vengativas. Cualquier día a tu novia se le cruzan los cables, se planta en la comisaría más cercana y ¡pam! denuncia falsa al canto.

Por el momento, las cifras indican que el feminicidio ha arrancado 2017 con buen ritmo. Según el Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer llevamos una decena de asesinadas a mano de sus parejas o exparejas en lo que va de año. Casi salimos a dos muertas por semana, no me negaréis que el método está siendo efectivo. Y esto es solamente el principio, quizás cuando el presente artículo salga publicado ya se hayan sumado unos cuantos cadáveres más a la lista. Además, según el Ministerio del Interior, seis de cada diez asesinatos cometidos en España durante 2016 se debieron a crímenes machistas, ¡tenemos hasta diciembre para superar ese resultado! Eso sí, aún quedan ocho casos por esclarecer oficialmente, por lo que de 44 mujeres asesinadas podríamos pasar a 52, hay que tenerlo en cuanta para planificar bien el calendario.

Ante tales estadísticas no puedo sino quitarme el sombrero. Ojalá fuéramos igual de productivos en el resto de sectores, seguro que ya estaríamos de nuevo entre las mejores economías de Europa. O incluso del mundo. Tiembla Bangladesh, que como en vez de matar mujeres nos pongamos a coser ropa barata, os hundimos las fábricas en dos trimestres. Y sin necesidad de explotar a menores ni nada, solamente a base de entusiasmo machista.

Esta purga generalizada tiene además un beneficio a largo plazo. Supongo que los ejecutores lo estarán teniendo en cuenta, pero, por si acaso os lo comento: si te llevas por delante a todas las mujeres, no podrán dar a luz a más niñas y así evitaremos que se perpetúe este matriarcado del terror que tantos estragos ha causado ya. Así que venga, esforzándonos todos un poquito -ellos matando a más velocidad y nosotras dejándonos asesinar sin oponer demasiada resistencia- en unos diez o quince años ya habremos finiquitado a prácticamente toda la población femenina.

Otra opción es institucionalizar el feminicidio. Podríamos crear un organismo encargado de ir fusilándonos en tandas. De esta forma, se agilizaría el proceso y por fin acabaríamos con toda esa patraña de la violencia de género y el terrorismo machista. Ya basta de mentiras y engaños. Como sociedad, es hora de que empecemos a tomar cartas en el asunto para acabar con esta terrible lacra que nos afecta a todos.

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