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José Sierra

Una «lluvia de sangre» y un problema de contaminación

La comentadísima «lluvia de sangre» de las últimas horas, o mejor, la confirmada irrupción de polvo sahariano mezclada con lluvia, nos ha dejado atardeceres espectaculares y extraños días en los que era posible ver un sol redondo matizado tras un filtro de arena en suspensión. Además de las virtudes «estéticas» de la entrada sahariana, nada extraña por otra parte en estas tierras, al polvo sahariano se le atribuyen poderes cuasi milagrosos en su papel de fertilizante de los campos de cultivo y en especial de la selva brasileña: un pulmón de ámbito mundial que estaría enfermo sin la aportación de estas plumas periódicas de polvo.

No todo es positivo, sin embargo, en esta intrusión de partículas que afectan al pulmón y que según el Ministerio de Medio Ambiente se repiten entre 47 y 112 días al año de media a la Comunitat Valenciana, con incrementos de mortalidad en estos días de entre el 1,1 y el 3,9% debida solo a causas «naturales» como el polvo.

Pero hay más: un grupo de investigadores españoles, entre los que se encuentra el valenciano Xavier Querol, del barcelonés Instituto de Investigación del Agua y Diagnóstico Ambiental del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ya acreditó en 2012 cómo el polvo sahariano actúa como medio de transporte de contaminantes industriales norteafricanos. No cabe ignorar que en el ignoto dunar del norte de África hay algo más que camellos y oasis; existe una relativa abundancia de centrales térmicas de carbón, refinerías , plantas de fabricación de fosfatos y fertilizantes, campos de petróleo con flamígeras chimeneas, etc.

El resultado, según este trabajo, es que el polvo desértico norteafricano está «muy frecuentemente» mezclado con partículas de origen antropogénico, tales como sulfato, nitrato y amonio, muy solubles en el agua. El problema es que el polvo suspendido en la atmósfera influye en los procesos que afectan al clima y a la calidad del aire, con implicaciones muy severas en la salud de las personas.

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