Participa Andrés García Reche, vicepresidente del Consell Valencià de la Innovació en la Convenció d´idees La Via Valenciana, organizada por el PSPV-PSOE, hablando de innovación e insiste en el argumento de que la productividad es el eje para lograr mayores salarios, más renta per cápita, mayores presupuestos y, con ello, mejor sanidad, educación, incluso pensiones. Y que la innovación es la variable determinante de la productividad. Hay otras, como pudiera ser contar con unos sectores productivos distintos de los que tenemos o hacerlo con empresas todas ellas más grandes de las que tenemos, pero no podemos contar con aquello de lo que carecemos. Y por ello tenemos que hacer mayor esfuerzo global en innovación. De manera que la inversión llegue al sistema productivo. A nuestro sistema productivo, pues entre los años 2004 y 2010, creciendo hasta un 3,8 %, gracias fundamentalmente a la inversión inmobiliaria, nuestro característico sistema productivo bajó. Para que la inversión en I+D llegue al sistema productivo es necesario incrementar la aportación pública pero además debe estar orientada a los sectores y empresas característicos valencianos. Y esa es la propuesta que se nos hace desde la recién aprobada Llei de l´Agència Valenciana de la Innovació (AVI), conectar todo el sistema valenciano de innovación, de manera que nuestro conocimiento, siendo éste mayor o menor, no se dilapide, de forma que nuestras universidades e investigadores orienten su saber a nuestra actividad productiva mediante un sistema de incentivos que favorezca un mayor valor añadido, y, con ello, mayores salarios y beneficios sociales.

Al respecto, Núria Oliver, Chief Data Scientist de DataPop Alliance, nos hizo ver en la misma convención algunos de los cambios recientes en nuestra aldea global. Los mayores de 65 años superan ya a los menores de 5 años, con más móviles que manos, 6 por ser humano, estando más conectados que nunca, con mayor movilidad y trabajos más novedosos que llevan consigo la desaparición de trabajos del pasado, que Santiago Carbó, director de Estudios Financeros de Funcas, puso de manifiesto al referirse a los observados en el sistema financiero. Pero la innovación, añade Oliver, requiere investigación/invención y comercialización. Esta segunda parte no debe resultar despreciable. En Estados Unidos, los jóvenes investigadores orientan buena parte de sus trabajos a las posibilidades de su realización comercial atendiendo a su vinculación con la actividad productiva. Y desde el inicio de sus estudios, la informática es una disciplina más del conocimiento, como pudiera ser leer o escribir. El expresidente Barack Obama lo formuló con acierto: «informática para todos». No basta con disfrutar de las diferentes aplicaciones es preciso un pensamiento computacional que debe adquirirse desde la escuela.

El siguiente paso es recordar que la innovación viene de la mano de lo que se conoce como disciplinas STEM, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, y que su propia dificultad no debe suponer el alejamiento del alumnado. Hoy, en países líderes en Europa, como el Reino Unido, la enseñanza de algoritmos, programación, ordenadores, redes o el manejo de datos es habitual desde la escuela. El retraso de España, que figura en el lugar 26 en innovación, será un obstáculo difícil de superar. En el caso valenciano, donde se han dado los primeros pasos para salvarlo con la apuesta consensuada de la Agència Valenciana de la Innovació, existe una fundada esperanza.