A pesar de que aún quedan algunas semanas para que llegue, de forma oficial, la primavera, estos días son, sin embargo, las fechas propicias para que cualquier amante de la naturaleza contemple la posibilidad de asistir al que, sin duda alguna, es uno de los más bellos acontecimientos naturales que posee la segunda estación del año: la floración de los cerezos. Desde mediados de marzo y hasta mitad de abril, algunas ciudades y regiones del planeta se convierten en auténticos escenarios en los que deleitarse con este espectáculo visual. En España uno de los lugares idóneos para contemplarlo es el Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres. Durante las semanas de floración, más de un millón de cerezos componen un manto blanco que da lugar a un sinfín de actividades turísticas para poder disfrutar de este acontecimiento. Más allá de nuestras fronteras, Washington D.C (Estados Unidos) y Japón son dos destinos excelentes para asistir a éste despertar de la primavera. En la capital estadounidense, algunos espacios como el West Potomac Park, se llenan de familias y visitantes que asisten para disfrutar la experiencia de la floración. En el país del sol naciente supone todo un acontecimiento cada año desde siglos atrás. La primera de las floraciones comienza en la isla de Okinawa, extendiéndose después por muchos puntos de las islas niponas hasta las últimas semanas de abril, cuando los cerezos de Hokkaido señalan el último capítulo de éste acontecimiento. Al igual que en la ciudad norteamericana, muchas familias y grupos de trabajo disfrutan durante estos días de un espectáculo natural que puede ser un gran aliciente para conocer diferentes culturas y nuevos destinos de nuestro planeta.