En verano durante las situaciones con baja térmica en el oeste o sur de la Península Ibérica el giro ciclónico de esta baja favorece la llegada de vientos cálidos del sureste en Galicia. No es extraño que las isotermas más altas de España a 850 hPa afecten parte de Galicia. A pesar de las bajas temperaturas mínimas, con registros casi siempre por debajo de 18ºC en Ourense, no es extraño que las máximas superen los 40ºC y que esta sea la capital de provincia española más cálida de un determinado día. Pero en la costa gallega la frialdad de las aguas del Atlántico y las brisas marinas provoca que en las marinas, en la costa noreste, junto con las nubes bajas favorecidos por el viento del este, impliquen máximas inferiores a 25ºC, que no son exclusivos de esta costa sino también de la costa de la Muerte, a menudo Finisterre tiene las máximas más bajas de la costa gallega, que apenas superan los 20ºC. Las rías Bajas son más cálidas y no es extraño que Vigo en estas situaciones sinópticas supere los 35ºC ya que el viento sopla del este del interior. No obstante, en algunos años concretos, el viento cálido del interior llega hasta la costa del noroeste de Galicia, la máxima absoluta de la Coruña es de 39,6ºC. Este valor es muy elevado, ya que son raros los días en que esta ciudad litoral supera los 30ºC, es la capital española de la Península con menos amplitud, 9ºC, el verano es fresco, 19ºC en julio, y el invierno tibio, 10ºC de media en enero.