Hoy, como cada 21 de marzo, se celebra el Día Internacional de los Bosques. En 2012, la FAO institucionalizó este día para concienciarnos de la gran cantidad de bienes y servicios que los bosques proveen a la sociedad y la importancia de una adecuada gestión forestal sostenible para su conservación y mejora.

El acto que este año se celebra en la ciudad de Valladolid está organizado desde la plataforma Juntos por los bosques y la Junta de Castilla y León, con la participación de la ministra de Medio Ambiente, es sin duda uno de los éxitos más relevantes que ha tenido la sociedad civil forestal española en los últimos tiempos. Supone una hoja de ruta sobre las prioridades en materia de bosques y política forestal consensuada entre el propio ministerio y la plataforma que aglutina a más de 30 entidades del sector (entre la que nos encontramos los municipios forestales valencianos). Esta conmemoración nos obliga a marcarnos un calendario de propuestas concretas para su aplicación. Un buen reto en una legislatura en la que, en un período con la mayor pluralidad política parlamentaria, la sociedad civil se hace aún más importante y necesaria para garantizar consensos.

El objetivo de la Agenda Estratégica Forestal es movilizar el potencial forestal español tanto en términos sociales, como ambientales y económicos. En el documento de trabajo se describen medidas muy necesarias que van desde la promoción de todos los productos que ofrecen los montes a una adecuada fiscalidad para los mismos, pasando por la potenciación de las estructuras organizativas del sector forestal o el reconocimiento de la prestación de los servicios ambientales de los montes. Con la preocupación de vivir en aumento devastadores incendios forestales.

Más de la mitad de los municipios españoles está en riesgo de extinción. Esta afirmación puede parecer exagerada, pero está basada en datos objetivos y reales si nos atenemos al último padrón de habitantes publicado por el INE, que ha servido de base a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para elaborar el informe que ha llamado tanto la atención por dicho titular. En el año 2000 eran 3.800 los municipios españoles que subsistían con menos de 500 habitantes; ahora son prácticamente 4.000 los que están en esta situación.

Ante los grandes retos ambientales, de empleo y de despoblación rural a los que se enfrentan España y la Unión Europea, los montes pueden darnos una respuesta a esta crisis territorial, energética y de pérdida de riqueza. Debemos, por tanto, plasmar en nuestras políticas de Estado una visión integrada del monte como espacio multifuncional y como motor económico. La creciente demanda de productos forestales que prevé la FAO supone, para un país con nuestro potencial forestal, una gran oportunidad de creación de empleo y riqueza. Conocedores de que el desarrollo económico basado en el consumo creciente, en la explotación de los recursos para producir más y con el aumento de la emisión de volúmenes de residuos cada vez mayores, estamos creando sobre nuestro planeta una presión insostenible. Hay que poner en marcha alternativas sólidas que ofrezcan futuro a las generaciones que nos sucedan. Una de esas alternativas en el sector forestal es la economía circular, el uso sostenible de los recursos, su utilización eficiente e inteligente, que es en definitiva abrir el camino a un modo de vida más equilibrado con nuestro entorno.

Hemos de ser exigentes, como propone la FEMP, con todas las Administraciones, aprovechar estos encuentros con expertos y representantes de importantes entidades para debatir, intercambiar pareceres y reflexionar con el propósito de avanzar en nuestro compromiso de un modelo de desarrollo sostenible y sostenido. Es deseable llegar a consensos similares en nuestro ámbito para adecuar a la realidad mediterránea de la Comunitat Valenciana las directrices generales que emanan de la Unión Europea y el Estado.