Caridad Valdés Chápuli ha elaborado un ensayo minucioso sobre la oferta de posadas, fondas y hoteles en la ciudad de Alicante, en los últimos dos siglos, aspecto fundamental en la evolución socio-económica y urbanística contemporánea de esta urbe. El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert ha editado esta investigación que supone una aportación notable para el conocimiento de la historia de la ciudad, de su sociedad, de sus avatares políticos en el período cronológico estudiado y de la evolución de su trama urbana en unas etapas decisivas para entender su actual trazado (derribo de la muralla dieciochesca, alineación de calles, propuestas higienistas, ensanche, actuaciones de reforma interior, crecimiento acelerado en la segunda mitad del siglo XX). Hay un dato clave para entender el desarrollo turístico de la ciudad y de la provincia en su área litoral: el clima. Unas condiciones climáticas enormemente confortables, con temperaturas muy agradables gran parte del año. Con inviernos suaves y veranos calurosos pero no tórridos. Así se explica su despertar para el veraneo de familias del centro peninsular a mediados del siglo XIX, la promoción de sus excelencias como residencia invernal en el tránsito de los siglos XIX a XX y la apuesta definitiva por el "sol y playa" desde la década de los años sesenta del siglo XX.

Para ello era necesario disponer de lo que hoy denominaríamos oferta hotelera, que empezó siendo una modesta planta de posadas, fondas y hospederías y que fue transformándose posteriormente a hoteles, desde los pioneros (Comercio, Miramar, Pastor,€) hasta los emblemáticos Iborra, Victoria, Roma, Marina, Gran Hotel, Simón, Palas, Samper, Roma. Muchos de ellos ya desaparecidos de la trama urbana pero que suponen los inicios y desarrollo temprano del turismo en la ciudad. Un excelente libro para entender la ciudad alicantina contemporánea, donde el desarrollo de las actividades de servicios y del turismo, irá ganando protagonismo hasta convertirse en ejes principales de su crecimiento económico reciente. Y donde el clima, de verano y de invierno, han sido piezas básicas de la promoción de actividades de ocio en esta ciudad mediterránea que, con sorprendente reiteración, se viene preguntando en las últimas décadas sobre su función y razón de ser en el litoral mediterráneo español.

La lectura del libro de Caridad Valdés puede ayudar a entender esa función que a veces la ciudad parece no creerse.