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Julio Monreal

Un diez por ciento, Sr. Rajoy

Los presupuestos del Estado para 2017 están a punto de salir al ruedo. Desde la Generalitat y las Corts se pide a los diputados y senadores valencianos de todos los partidos que voten en contra si no destinan a la Comunitat Valenciana el 10 % de la inversión global. Y seguimos sin nadie en Madrid.

La Fundación Conexus, que persigue el incremento de la influencia, el peso y la presencia de entidades, instituciones y empresas valencianas en Madrid, ha elegido la semana de presentación de los presupuestos generales del Estado de 2017 para entregar su premio anual, que este año ha recaído en Porcelanosa.

De los méritos de la firma cerámica con sede en Villareal da fe este mismo periódico, Levante-EMV, que le concedió uno de sus premios Importante en 2016 por su capacidad de innovación e internacionalización y por sus nuevos proyectos. No es que la sociedad que dirigen los hermanos Colonques no merezca el galardón de Conexus, que sin duda sí; es que la fundación que preside Manuel Broseta habrá tenido que recurrir a un valor seguro por falta de candidatos en Madrid que tengan en su haber trabajos o proyectos en beneficio de la Comunitat Valenciana. Más le valdría a la fundación reconvertir sus galardones hacia unos premios limón para señalar a quienes no dejan de poner palos en las ruedas, ya sea por acción o por omisión.

Resulta dramático que el Gobierno de Mariano Rajoy se haya completado con una presencia valenciana menor de la que había antes (que ya era escasa) en los escalones primero, segundo, tercero, cuarto y siguientes de la Administración Central del Estado. Ni los esfuerzos de los dirigentes y patronos de Conexus; ni los de destacados empresarios valencianos con peso nacional e internacional ni tampoco los de la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, han logrado levantar el veto que la cúpula de los conservadores ha implantado para que los nacidos al este de Contreras ocupen sillones u oficinas con mando en plaza. Un cordón sanitario que algunos asocian a la proliferación de casos de corrupción protagonizados por cargos del PP valenciano, como si Luis Bárcenas no hubiera gestado su fortuna en la calle Génova sino bajo una sombrilla en la Malvarrosa. Es tal la distancia abierta que ni siquiera aceptan pagar los más de 500.000 euros que deben a Feria Valencia por el uso del recinto en 2008, en el congreso que encumbró a Rajoy, y han optado por pleitear por esa deuda sangrante.

El panorama está tan turbio que personas tan poco sospechosas de impulsar una nueva revolución bolchevique como Vicente Boluda, Juan Roig y Federico Félix han decidido encabezar una magna movilización empresarial para reclamar al Gobierno de Rajoy que apueste de forma clara y definitiva por el corredor mediterráneo de ferrocarril. Centenares de empresarios han celebrado ya concentraciones en València, Tarragona y Murcia, y lo harán también en Almería, exigiendo que en 2025 sea una realidad una doble plataforma ferroviaria entre Algeciras y la frontera francesa, recorriendo el litoral mediterráneo, que dé solución al tráfico de mercancías y viajeros de las regiones más dinámicas de España.

Falta sólo una semana para que el Gobierno dé a conocer su proyecto de presupuestos del Estado y las perspectivas no invitan al optimismo. En una respuesta parlamentaria al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el presidente del Gobierno contestaba estos días que las cuentas generales para 2017 incluirán una partida habitual a las que se han venido dotando para el corredor en los últimos años, unos mil millones de euros. Agua. Con esa apuesta inversora queda corredor para 50 años. De nada sirve que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, visite la Comunitat Valenciana con más frecuencia que sus antecesores si proyectos como los que en València rechaza reciben su aval en Bilbao o en Madrid.

Como de costumbre, y para no perderla, la sociedad valenciana se busca las soluciones que no llegan desde el centro peninsular, y hoy mismo se dibujará un arco de agua en Manises para recibir la recuperada línea aérea València-Barcelona, operada por Air Nostrum. El infierno del Euromed y los sucesivos peajes de la AP7 ya tienen alternativa. A poco que cuiden los precios, se resarcen del roto que les hace el AVE a Madrid.

Espoleados por las escasas expectativas de inversión estatal para la Comunitat Valenciana, que contrastan con la generosidad del Estado

para proyectos como la Y vasca de ferrocarril, los nuevos accesos ferroviarios a Galicia y la larga lista de proyectos que Rajoy prepara para convencer a los catalanes de que no se vayan de España, los políticos valencianos de las formaciones del tripartito intentan que todos los diputados y senadores elegidos por los diferentes partidos por València, Castelló y Alacant adopten una postura común ante los presupuestos del Estado: rechazarlos con su voto en el caso de que no recojan al menos un 10 % de las inversiones con destino a su demarcación regional, atendiendo a que ese es el porcentaje de la población valenciana con relación a la estatal. Reparar la «anomalía histórica secular», lo llaman en los Palaus desde donde gobiernan el PSPV y Compromís, y desde las calles a las que ha vuelto Podemos tras la victoria de Pablo Iglesias en Vistalegre 2. Los diputados del PPCV y Ciudadanos tienen ahora la palabra para hacer realidad lo que el presidente Ximo Puig bautizó en octubre como «la agenda valenciana». Quién sabe. A lo mejor el premio Conexus de 2018 puede ir a alguien de Madrid.

El problema Orengo se disipa

Con el acuerdo 'secreto' adoptado en el Consell para alcanzar la cifra de 74 asesores en lugar de los 68 estipulados inicialmente por el Govern de Ximo Puig y Mónica Oltra, el president ya tiene margen para resolver el 'problema Orengo'. El exalcalde socialista de Gandia pasa por ser una de las cabezas mejor amuebladas del partido del puño y la rosa y una persona de la máxima confianza de Puig. Aún así, y a pesar de ello, lleva el cuerpo lleno de fuego amigo. El presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez (PSPV) le empujó hasta lograr que dimitiera como su jefe de gabinete hace meses. Ahora, otro valor emergente del partido, el alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios, Rubén Alfaro, le ha 'dejado ir' como asesor de esta entidad. Tras el reciente archivo de la última causa de imputación por su enfrentamiento judicial con su sucesor en Gandia, Arturo Torró (PP), Orengo ya puede ser rescatado por Ximo Puig.

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