El Banco de España , la misma institución supervisora que en tiempos de Fernández Ordóñez fue incapaz de frenar el gran fiasco de las cajas de ahorros, ha hecho público un documento -«Evolución de la inflación en España y perspectivas»- en el que advierte de que una subida de salarios en estos momentos nos haría perder competitividad como país y generaría una mayor inflación.
Gran mensaje, sobre todo si tenemos en cuenta que su gobernador, Enrique Linde, pudo disfrutar el año pasado de una subida salarial del 1,54 %, lo que le supuso una retribución bruta de 183.969 euros. Habría que recordarle que, por ejemplo, los pensionistas, desde la famosa «desindexación» del IPC, tuvieron una subida del 0,25 % para unos emolumentos medios mensuales de mil euros -170.000 euros anuales menos de Linde-.
Por no hablar de los que perciben los salarios más bajos, porque cerca del 46 % de los trabajadores valencianos ya cobran menos de 12.000 euros brutos anuales, lo que significa alrededor de 857 euros al mes, muchos de ellos con los salarios congelados pese a la subida del índice de precios de consumo, que sin ir más lejos, el año pasado fue de un 1,4 %. Y después de haber caído un 18,5 % acumulado la renta familiar desde el inicio de la crisis.
El mensaje de austeridad del organismo supervisor choca, además, con la noticia que trascendió ayer sobre el ministerio que dirige Cristóbal Montoro: el informe demoledor de la asociación de técnicos Gestha. Aunque ya nos habían informado que lo de «Hacienda somos todos» era un simple lema publicitario -según reconoció en su día la abogada del Estado para defender a la Infanta Cristina en Nóos-, lo que no me esperaba es que sus responsables reforzaran sus remuneraciones públicas aconsejando a los asesores de las grandes empresas a «pagar menos impuestos».
Hablamos de altos cargos del ministerio con emolumentos anuales que oscilan entre 70.000 y los 112.000 euros, que complementan sus salarios con cursos retribuídos en los que instruyen a los asesores internacionales y despachos tributarios que trabajan para las empresas a las que deben vigilar. Y para muestra, un botón. En un máster de Fiscalidad Internacional, cuyo claustro lo forman 27 profesionales, 16 de ellos son inspectores de Hacienda en activo y 4 más en excedencia. Entre ellos el responsable de la oficina de Fiscalidad Internacional, integrada en la delegación de Grandes Contribuyentes, según detallan los técnicos de Hacienda. ¿Quién da más? Para éstos, sinceramente, que suban o no los salarios, les debe de dar risa.
Grandes ejemplos de austeridad, como vemos, no faltan. Pues nada, a seguir con ella para no perder la competitividad. Aunque cerca de la mitad de las familias valencianas no puedan hacer frente a gastos imprevistos y en la quinta parte de los hogares se viva bajo el umbral de la pobreza. Y luego que el Banco de España no se queje si se estanca el consumo interno, vuelve a caer el empleo,..
