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Carolina tiene tela

Conocí a Carolina Ferre en mis tiempos de presentador de lo que fue Canal 9 y os puedo asegurar que a esa pregunta recurrente «¿y cómo es en persona?» (debe ser que algunos presentadores aparentamos ser otra cosa que personas cuando estamos dentro de la tele) la respuesta llega sola: mejor, mucho mejor. Lo que ves es lo que hay, Carolina tiene mucha tela marinera pero ninguna trampa y cero cartón. La primera vez que la vi en un plató debía ser a mediados de los 90. Estaba presentando un espacio de información metereológica, y me fascinó su seguridad, ese aplomo de cuerpo entero que tiene. Vestía un traje chaqueta marrón poco favorecedor pero para ella los ropajes siempre han sido lo de menos. Despachaba isobaras e información del campo con una naturalidad, con una sonrisa sincera, con un juvenil poderío comunicador que aturdía. Eran sus primeras apariciones en pantalla y ya era magnética. En aquella etapa de la que ahora se reniega ( no siempre con razón) en la que los directivos de Canal 9 estaban empeñados en competir con Tele5 y Antena 3, Carolina Ferre se convirtió en una estrella. Apuntaba maneras para cualquier avezado observador pero junto a Eduard Forés desarrolló su estilo personal de ponerse ante una cámara y resultó arrolladora.

Naturalidad a borbotones, una sonrisa que iluminaba el plató y una retranca de su Cocentaina natal acompañaban el talento nato para comunicar de una de las mejores presentadoras que hayan pisado los decorados de nuestra televisión autonómica. Es auténtica, se ríe con el alma y en el debate, en la distancia corta, maneja la ironía como un estilete. Debe haber presentado programas en todas las cadenas que hay, las principales me refiero. Fue sustituta brillante de Emma García o de la mismísima María Teresa Campos y se apropió de tal manera de los programas que nadie echó de menos a las presuntas titulares. Luego llegó lo más difícil, mantenerse. Le sobran a la Ferre recursos para presentar lo que le pongan por delante pero a menudo parecía que los formatos que defendía no tenían la puesta a punto necesaria. Tuvo sus flirteos con «Gran Hermano», adelantó la moda de los programas de cocina y presentó programas de estética un tanto osada pero ahí estaba nuestra «Carolain» dándolo todo como en «Tu Cara Me Suena», donde ha sido siempre mi favorita.

He pasado en la radio con ella ratos que no olvidaré, es un placer improvisar a su lado y dejarse llevar cuando destroza a sabiendas un guión con su humor mediterráneo. En el escenario de un concurso de talentos hace pocos meses ha sido la última vez que he compartido un rato con ella y como siempre con Carolina surge la mágia, todo se hace fácil, uno se siente seguro y la cosa fluye.

Un ruego para los nuevos dirigentes de la nueva À. (pronúnciese Apunt) o à. (pronúnciese apunt) no dejen escapar la oportunidad de ofrecer a la Ferre algún formato a su altura, no se arrepentirán.

Ahora anuncian en TEN, cadena propiedad del grupo Secuoya, que Carolina vuelve con «Vidas en Orden». Un espacio de coach para poner orden en nuestras vidas, como puede colegirse del título. No será quizás el programa de tu vida Carolina, pero tú siempre serás bienvenida a la nuestra.

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