Un grupo de antropólogos de la Universidad de Pensilvania ha desarrollado una investigación curiosa. Ha relacionado los tipos de narices del rostro humano con las condiciones locales de temperatura y humedad para intentar encontrar patrones que relaciones fisonomías nasales con tipos climáticos. No es un tema nuevo. En 1923 el antropólogo y anatomista Arthur Thompson, presidente de la Sociedad Británica e Irlandesa de Anatomía, junto al también antropólogo Dudley Buxton, publicaron un artículo donde se indicaba esta posible relación entre anchura de las fosas nasales y condiciones climáticas habituales en un lugar y proponían un índice para calibrarla (Man´s Nasal Index in relation to certain climatic conditions).

Pues bien, ahora se ha analizado un universo de personas más grande y se han utilizado modernas técnicas de representación facial mediante ordenador para llegar a una conclusión sin duda interesante: Los climas cálidos y húmedos, propios de latitudes intertropicales, suelen corresponder con tipos de narices más anchas; por el contrario, en los climas fríos y secos, de latitudes más altas, predominan las narices más estrechas.

Todo ello está en relación con la mayor eficacia que presentan las narices estrechas para templar el aire frío y humedecerlo en la proporción adecuada para que pueda ingresar en las vías respiratorias. Las narices más anchas realizan esta función de manera menos eficaz. El planteamiento, a pesar de su originalidad, no deja de tener aspectos sin resolver, puesto que no es infrecuente observar personas con narices anchas en latitudes altas y viceversa. Junto a la selección ambiental, es importante también la selección relacionada con el atractivo físico o sexual.

El trabajo de Thompson y Buxton se desarrolló en unos años en que eran frecuentes las aproximaciones deterministas para explicar el reparto de razas en la superficie terrestre, algunas de las cuales derivaron en conclusiones extremas de racismo. La investigación actual se ha desarrollado en un contexto muy distinto, de ahí que abra otras vías de explicación a la meramente climática para interpretar los resultados de esta hipótesis.