El pasado 29 de marzo, las Corts Valencianes aprobaron con los votos favorables de PSPV, Compromís y Podemos, una resolución que pide el cierre y desmantelamiento de la central nuclear de Cofrentes cuando finalice su actual permiso de funcionamiento en marzo de 2021. Esta decisión cargada de ideología política, exenta de fundamento técnico, económico o científico, planteada a la ligera sin consultar a instituciones, cuanto menos al organismo regulador español en materia nuclear con las competencias para garantizar la seguridad de la instalación valenciana, tiene mucho de irresponsable, al conllevar una aberración energética de magnitud máxima.

¿Se han preocupado sus señorías en conocer que la central nuclear de Cofrentes genera el 5 % del total de la producción eléctrica de nuestro país y abastece más del 60 % de la demanda eléctrica de la Comunitat Valenciana, que aun así es deficitaria en un 23 % al consumir más energía que la que su capacidad productiva aporta?

¿Han tomado sus señorías alguna iniciativa para saber que la seguridad en el funcionamiento de la central está garantizada por la revisión permanente de la planta por inspectores del organismo regulador español en materia nuclear (el CSN) y por inspecciones de organismos internacionales que la avalan entre las mejores de las 430 centrales en todo el mundo por sus estándares de seguridad?

¿Conocen sus señorías que el impacto medioambiental de la central en su entorno es inexistente, no contribuyendo a emitir en su actividad productiva C02 y por tanto al calentamiento global, y que es la única instalación en el mundo que tiene dos grandes balsas para garantizar -mediante un inspector de la Comisaría de Aguas del Júcar- que el agua que se vierte al río responde a las características de agua potable?

¿Se han interesado sus señorías en informarse de lo que sucede con instalaciones nucleares en otros países, con independencia de opciones políticas o económicas, cuando cumplen más de 40 años y poder confirmar así que se extiende el período de funcionamiento hasta 60 o más años, manteniendo los programas de vigilancia y supervisión, siendo muchas las centrales nucleares que operan en estas circunstancias con totales garantías operativas sin haber presentado incidencia alguna?

Deben saber sus señorías que la central nuclear de Cofrentes, además de generar electricidad a un precio muy competitivo y proporcionar estabilidad a la red eléctrica española, da empleo y riqueza en el entorno social donde está ubicada. Son más de 800 empleos directos, 3.000 indirectos, otros 1.300 en períodos de parada por mantenimiento e inversiones millonarias que reactivan la industria de nuestra comunidad y del país para la fabricación de equipos y componentes, además de los múltiples servicios que para su operación requiere.

Pero sus señorías, a todos estos argumentos y a otros muchos que podría detallar, hacen oídos sordos, cegados por una ideología caduca en materia energética. Sean coherentes, hablen, pregunten, conozcan, visiten, infórmense y sólo entonces tomen una decisión responsable y fundamentada. No se dejen guiar por sus emociones ideológicas, nos jugamos nada más y nada menos la solvencia energética de nuestra comunidad y, por tanto, hay que exigirles que ejerzan sus funciones con altas cotas de seriedad y responsabilidad política. El ser o no ser de una instalación modélica como Cofrentes no puede depender de opiniones sin argumento alguno.