Según una reciente declaración de la Asociación de Mujeres Profesionales norteamericanas, el ochenta por ciento de los hombres casados, a lo largo de su vida, ha sido una o más veces infieles a su muer, especialmente usando la prostitución. Ésta constituye con el alcohol y las drogas las tres grandes americanas ilegales.

La doctrina del emparejamiento convencional, promovida por la Iglesia y convertida en sacramento, se rompe en la práctica por el comportamiento adulterio más por ellos pero también por ellas. Por tales circunstancias, observamos que las nuevas generaciones muestran una mayor flexibilidad en su comportamiento amoroso y sexual. Por lo pronto, las nuevas parejas no ven tan claro como sus mayores el amor para siempre. Entre otras razones, por el alargamiento de la vida, especialmente en los países desarrollados.

De ahí que pueda advertirse que las parejas permanezcan juntas no tanto por amor, como por cariño, amistad e incluso costumbre. Así, podemos concluir que gran parte de las nuevas parejas, al cabo del tiempo, se comportan básicamente como hermanos.