El pasado día 19, la Comisión Europea puso en marcha una iniciativa nueva para el desarrollo sostenible de la economía azul en la región del Mediterráneo occidental.

La región abarca centros económicos como Barcelona, Marsella, Nápoles y Túnez, y también incluye destinos turísticos como las Illes Balears, Sicilia o Córcega.

La biodiversidad marina de esta región se encuentra sometida a una gran presión pues, según un informe reciente, realizado por científicos del Centro Común de Investigación, en los últimos cincuenta años se ha perdido el 50 %. Por otra parte, el reciente aumento de las migraciones del sur hacia el norte suscita una cierta preocupación en materia de seguridad y protección.

Esta iniciativa permitirá que la UE y sus países vecinos puedan trabajar juntos para mejorar la seguridad y la protección en el mar, promover el crecimiento y los puestos de trabajo sostenibles del sector marítimo, y preservar los ecosistemas y la biodiversidad.

Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha señalado que «millones de personas que viven a lo largo y ancho de la región, comprenden la delicada relación entre la conservación de los hábitats naturales y las tradiciones y la viabilidad económica. La economía azul es importante para cada uno de los países de la región, que admiten ser más fuertes trabajando juntos».