En marzo de 1978, apenas un mes después de que en el Boletín Oficial de las Cortes se publicara el proyecto de ley de despenalización de los anticonceptivos, la editorial Fontanella publicaba un libro titulado Cuaderno Feminista. Introducción al Self-Help. Leonor Taboada, la autora, explicaba modestamente que su trabajo «no es de creación, sino que me limito simplemente a hacer circular una información que ya existe», pues en él «ordeno algunos materiales que el movimiento feminista ha elaborado en todo el mundo». En la primera página explica las razones por las que hace este trabajo, que no ha dejado de realizar durante toda su vida y que hoy, más que nunca, aunque hayan pasado casi 40 años, no sólo tiene plena vigencia, sino que resulta de necesaria difusión, vistos los debates actuales sobre el uso de los cuerpos de las mujeres.

Muchas feministas de mi generación ni siquiera lo conocen, algunas lo hemos descubierto gracias a otras. No sé si las más jóvenes lo conocerán, pero confío en que las razones que expuso Leonor Taboada les impulsen a hacerlo. Sólo las copio: «Porque poseo en este momento una información que creo que todas las mujeres tenemos derecho a manejar. Porque ser feminista significa conocer y amar a más mujeres cada vez. Porque creo que las mujeres necesitamos un arma corta para defendernos de la opresión, y esa arma es el conocimiento. Porque pienso que lo primero que nos han impedido conocer es nuestro cuerpo. Porque pienso que un cuerpo colonizado responde a la ideología del colonizador. Porque pienso que no es posible liberar la mente si tenemos el cuerpo al servicio del poder dominante. Porque pienso que el cuerpo es hermoso. Porque creo que hay que cambiar radicalmente todo lo que nos rodea. Porque pienso que radical viene de raíz. Porque pienso que defender nuestro cuerpo nos ayudará a defender nuestra vida. Porque aprender lo que aquí cuento me ha permitido cuestionar la realidad mucho más crítica y profundamente. Porque el control de nuestro cuerpo y nuestra vida debe recuperarse de manos de la cultura machista. Porque creo que ya está bien de ser títeres sin cabeza, con sexo ajeno y sin alma. Porque quiero participar en una revolución capaz de ofrecer alternativas que incluyan el cambio de relación entre mujeres y hombres. Porque pienso que para hacer esa revolución hay que descubrir la identidad femenina, elaborar una cultura y proponer esa alternativa.

Este cuaderno recopila una serie de datos sobre mujeres que las mujeres hemos descubierto una vez que decidimos tomar nuestras vidas en nuestras manos. Juntas para investigar, llegamos más rápidamente a la verdad, desmitificamos con mayor precisión, creamos con más alegría, revolucionamos con más eficacia, proponemos alternativas con más lucidez».