Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Aventuras con Calleja

Tengo que confesarlo, cuando me arriesgo a ver un programa de la tele normal, es porque me cae bien quien lo presenta. Wyoming, Buenafuente, Ana Pastor, Évole y un corto etcétera. Supongo que todos hacemos lo mismo. Y Jesús Calleja, ¿no os resulta simpático? Un tipo sanote y aventurero de León, que ha tomado por costumbre coger a personajes famosos, sacarlos de su zona de confort e intentar que se abran para nosotros entre «rappels» que dan vértigo o nadando entre tiburones. En su nueva entrega de «Planeta Calleja» estarán Clara Lago, Elsa Pataki y Chris Hemsworth, Cayetano Ribera y otros, pero el estreno lo reservaron para el ínclito Jorge Javier Vázquez. Calleja y Cuatro saben venderse muy bien, y querían empezar con los audímetros echando humo.

No hace falta añadir que J.J. es el «amo» de Telecinco, hermana poderosa de Cuatro, así que todo queda en casa, nos auto-promocionamos todo el rato y el espectador a tragar. Por cierto, ¡que cargante me resulta «jotajota»! Y no me pidáis que os explique por qué, es rechazo catódico y ya está. ¿No conocéis a nadie que os caiga gordo «yyaestá»? Pues eso me pasa con el pobre Jorge.

Genial cuando Calleja le pregunta si no le parece un poco egocéntrico estrenarse en un escenario con una obra que habla de si mismo, y él curiosamente responde: «No, el teatro era mi reto ¿y qué mejor que hacer de mí mismo para superarlo?». ¡Amos, anda, no me jodas! Y sigue: «¿Intrusismo? ¿Y los actores que trabajan de camareros, qué?». Como si los actores y actrices estuvieran años preparándose para conseguir ponerse a servir cervezas.

Para mí, el problema más grande que tuvo esta primera entrega es que Jorge Javier es un profesional de la tele, sabía cuando la cámara estaba enchufada, y sabía cómo y cuándo colocarnos sus «pseudo-confesiones», por lo que dudo mucho de su sinceridad, salvo cuando le aterrorizaban las pruebas a las era sometido, cosa que a cualquiera nos puede pasar.

Me hubiera gustado ver las imágenes que desecharon al hacer el montaje definitivo, tal vez en ellas hubiéramos visto un relato más interesante. Pero la tele es la tele, amigos, y casi nunca debemos fiarnos de ella.

Compartir el artículo

stats