El pasado día 8 se celebró en la NAU de la Universitat de Valencia una mesa redonda bajo el título genérico de Paraules de dones al voltant de la mort moderada por Maria José Alemany, en la que intervinieron médicas, profesoras, matronas o usuarias de la sanidad pública valenciana. En el Aula Magna completamente llena pudimos escuchar unas intervenciones que, además de informar ampliamente de la situación sanitaria actual, consiguieron emocionarnos.

Fue un acto perfecto sólo enturbiado ligeramente por la actitud de la consellera de Sanitat quien intervino con unas pocas palabras con contenido ya conocido por todos los asistentes, ausentándose de inmediato. Comprendemos que su agenda llena de compromisos hiciera difícil su asistencia al acto. Posiblemente tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder acudir a saludar a los asistentes por lo que todos agradecimos su asistencia sin sentirnos agraviados por su corta permanencia, pero al finalizar el acto, todos lamentamos que no hubiera podido escuchar todo lo que allí se dijo ni que ninguno de los altos cargos que la acompañaban se hubiera quedado para informarla posteriormente.

Las palabras de todas las intervinientes, así como el debate posterior, pusieron sobre la mesa la terrible realidad que supone enfrentarse a la muerte. Los familiares implorando una ayuda para afrontar dignamente la situación y los responsables sanitarios, sin saber muy bien cómo comportarse, lamentaron que en la universidad nunca nadie les enseñó cómo resolver este tema al que se enfrentan diariamente.

La demanda de formación fue generalizada. Todos creían que era necesaria a todos los niveles y lamentaban que fuera la sociedad civil (organizaciones y ONG´s) las que plantearan debates como el que allí se celebraba organizado por DMD (Derecho a Morir Dignamente), cuando debía ser la administración pública sanitaria la que se planteara esta cuestión.

El avance en la legislación sobre la muerte fue otra exigencia necesaria ya que, con las leyes actuales, los que tienen que decidir nunca están seguros de dónde está el límite en sus actuaciones. Es el caso de los cuidados paliativos y la sedación para aliviar dolores insoportables. La rotunda afirmación de una de las ponentes fue que «sin ley de eutanasia y suicidio asistido no hay seguridad jurídica para el personal sanitario». Y por ahora esta ley no va a ser posible, ya que algunos grupos parlamentarios creen que no ha llegado el momento y que no hay una demanda de la ciudadanía. Y cuando haya luz verde se necesitarán meses, quizás años, para promulgar la ley y muchos más para aplicarla.

Finalmente, una ponente planteó el tema del suicidio diciendo que en su solución o ayuda «todos hemos fracasado», demandando una ley de ayuda al suicidio que en la actualidad nadie se plantea. Es el tema más tabú de todos los tabúes que hay en la sanidad.

En definitiva, fue un acto en el que se debatió, con sinceridad, seriedad y angustia, el estado actual de la sanidad valenciana y los pasos necesarios para su mejora. Tenemos grandes profesionales trabajando en el sector sanitario que necesitan nuevos medios para mejorar sus prestaciones y para atender debidamente a los que han llegado al momento final de su vida. Medios que no están en sus manos como son formación permanente, cumplimiento de las leyes ya aprobadas pero con insuficiente asignación presupuestaria para poder aplicarlas, y nuevas leyes, con su memoria económica, que contemplen, sin prejuicios ni temores, como proporcionar a los que ya no tienen curación una muerte digna.