Pedro Sánchez ha sido la excusa, el rostro de un relato que ha sido el verdadero ganador de estas primarias socialistas. El vencedor no es el dirigente que ha demostrado en el pasado aptitudes notables para los rápidos cambios de timón ni el que se enemistó con casi todos los líderes terrotoriales (sería infantil y preocupante pensar que toda la culpa fue de ellos, conjurados en su contra). El vencedor es el héroe del «no es no», el que no ha demostrado en el pasado ser el mejor líder, pero tuvo el olfato suficiente para captar que los tiempos del PSOE de Felipe González han pasado y que las masas de cabreados -muchos con carné del partido- no iban a tolerar ponerse de perfil para permitir un gobierno de Mariano Rajoy. El vencedor es el relato del político convertido en mártir por una decisión errónea (ahora casi nadie lo duda ya) de los que consideraban que tenían las llaves del partido.
No importa que se ajuste a la verdad o no. Lo que queda de aquel último otoño es la percepción de unos dirigentes maquinando para favorecer las posiciones de los poderes económicos y un hombre solo en contra. Ya pueden insistir los dirigentes del PSOE «reconocible» en que eso es «la posverdad» y «la gran estafa» (la cita es de Ximo Puig). Esta es la política de 2017, señores. El relato oculta los errores del pasado. Susana Díaz los intentó rescatar en el debate a tres («no mientas, cariño»), pero acaban de verse los resultados. Ocho meses no han bastado para atemperar la herida de una militancia que el domingo dio una bofetada al establishment. Este estaba tan seguro de sí que escogió a quien simbolizaba la mano que derribó a Sánchez para ganarle en un duelo limpio. Y estaba tan confiado que esperaba un triunfo casi sin campaña ni programa. Hasta que los avales demostraron que algo estaba pasando. Para entonces ya era tarde.
El PSOE ya tiene líder. La incógnita es si ha aprendido de los errores del pasado. La primera prueba de fuego será Cataluña. ¿Ofrecerá una posible salida dentro de su último discurso plurinacional o volverá a variar el rumbo? Se verá si hay madera de héroe o de líder.
