desde que a finales de 2013 el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, anunció el Programa de la Nueva Ruta de la Seda, no ha habido iniciativa oficial con más atención mediática en Euroasia que la impulsada por el mandatario chino. Es una iniciativa que pretende aumentar los vínculos económicos, políticos y culturales entre los países euroasiáticos, proponiendo el impulso de nuevas infraestructuras terrestres y marítimas que mejoren la conectividad entre Oriente y Occidente, entre China y España, que supone una gran oportunidad para el desarrollo y el crecimiento económico sostenible, la creación de empleo y la generación de riqueza. Prosperidad y estabilidad.

El Gobierno de España vio la potencia del proyecto desde el primer momento: es una cuestión estratégica. Prueba de ello es la oportuna decisión de adoptar en junio de 2015 el acuerdo de participar y firmar el Convenio Constitutivo del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras, convirtiéndonos en socio fundador no regional del banco.

Entre los pasados días 12 y 14 de mayo, el presidente Jinping convocó a 28 líderes mundiales y cerca de 1.200 invitados a una cumbre sobre la Nueva Ruta de la Seda -«One Belt, One Road»-. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudió a esa cita en la que se puso en el primer plano de la actualidad la llamada Ruta de la Seda, reconvertida en reclamo comercial entre grandes potencias y a la que se suma España.

Las Rutas de la Seda, con dos proyectos promovidos por las agencias de Naciones Unidas -la OMT en materia turística y la Unesco en materia cultural- se impulsaron a finales de los 80 con sendos programas para poner en valor ese legado histórico de la mítica ruta y resaltar el potencial cultural, económico y turístico que representa esta vía de dialogo, diversidad y desarrollo social, económico y cultural. Tuve la suerte de compartir largas conversaciones, inquietudes e iniciativas con un grupo de personas y entidades que desde València, a finales de 2014, reivindicamos el papel de València y España en los mismos.

Con trabajo, esfuerzo y dedicación impulsamos diversas acciones para incorporar a España en la renovada Ruta de la Seda. Aún recuerdo el Primer encuentro de embajadores de la Ruta de la Seda celebrado en Valencia en octubre de 2015 con la presencia del entonces ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el president de la Generalitat, Ximo Puig. Y recordemos la iniciativa Valencia Ciudad de la Seda 2016, que concitó el apoyo de la Generalitat por acuerdo unánime de las Corts Valencianes el 22 de julio de 2015 y del Gobierno central por acuerdo del Consejo de Ministros del 18 de diciembre de ese mismo año, así como del conjunto de la sociedad valenciana.

Han sido en los últimos tres años numerosos los actos, conferencias, seminarios y encuentros, tanto en València como en diversas ciudades de la Ruta como Xí´An, Bakú, Astana, Estambul o Pekín, donde el legado histórico de la seda en València ha sido puesto en valor, proyectando la imagen internacional de nuestra ciudad a lo largo y ancho de la mítica ruta de la seda, su cultura, su comercio, su potencial turístico, sus fiestas y tradiciones. En este campo dedicamos un gran esfuerzo, reuniendo con el apoyo de la Agencia Valenciana de Turismo a los responsables de Unesco en Valencia durante las Fallas de 2016, promoviendo el apoyo internacional a #FallesUnesco, que culminó en Etiopía en la reunión del comité donde se aprobó la declaración de las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial, evento en el que tuve el honor de participar en mi condición de presidente internacional del Programa Unesco Ruta de la Seda.

Conscientes de la importancia de la cumbre de Pekín, remitimos diversos documentos de trabajos previos a la reunión de alto nivel con propuestas e iniciativas, con el objetivo involucrar a València en la Agenda de la Nueva Ruta de la Seda, promover una presencia activa de España en el evento internacional con aportaciones tanto de los aspectos históricos y culturales, como de infraestructuras y de comercio. Es en este terreno donde reivindicamos, desde su posición de liderazgo en el mediterráneo occidental, el papel del Puerto de València, como enclave geoestratégico, segundo puerto en comercio de mercancías que llegan desde Oriente, poniendo en valor nuestro potencial comercial, exportador y económico, como fortalezas de nuestra proyección internacional, y que esta circunstancia debía jugar un papel importante en las aportaciones de nuestro presidente del Gobierno? y así lo hicimos.

Sin duda, la intervención del presidente Rajoy en Pekín puso de manifiesto que la Nueva Ruta de la Seda es un reto para España y una oportunidad para València. No perdamos el tren de la Nueva Ruta de la Seda.