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Perímetro cultural

Sabía de una cierta decepción entre la gente de la farándula, hasta que coincidí con un profesor universitario que participó en la redacción del programa de cultura de Compromís. Todos sus enfados se resumían en una pregunta retórica, ¿qué aprendieron en la oposición? Han estado dos años muy preocupados en la ordenación burocrática de las distintas administraciones, con atención especial a colocar a los suyos, por eso siguen sin relato alguno. Existe descoordinación entre parcelas de gestión, incluso con duplicidades innecesarias como en el Ayuntamiento de València y en la Diputación. No se ha vuelto a recabar la opinión de los redactores de aquellos compromisos electorales y la comisión sectorial de la materia en la coalición gobernante está huérfana. Eso sí, fotos de todos a una ya llevan dos, una en Les Arts y la segunda en ese Centre del Carme que tan bien copia al CCCB, hasta el logo. El posado del año que viene tocará en el IVAM, supongo.

Iluso, creí que al menos iban a recuperar la mediterraneidad, una iniciativa muy bien ensayada en los ochenta y con espacio suficiente, tanto geográfico como artístico, para realizar aportaciones contemporáneas exclusivas, pues Barcelona anda con sus líos. Pero tampoco, pues parece que las influencias en materia cultural del Botànic son más anglófonas, e incluso escandinavas. Pero de repente, casi como reproducción espontánea surgen proyectos sobre el mar compartido. Para ser justos, el primero al que oí hablar de eso fue a José Miguel G. Cortés, así que el IVAM ya tiene convocado su congreso «Imaginar el Mediterráneo» para septiembre y mañana El Magnànim aborda los actuales conflictos en sus orillas. Además hoy se presenta el ciclo «Cinema del Mediterrani als Aragó», con una cierta vocación permanente y con la garantía de Vicent Garcés, el autor intelectual de aquellos aires mediterráneos que nos descubrió vinculos comunes por encima de lenguas y religiones. Aún me parece poco, porque a pesar que se insiste en convertir nuestras riberas en mare mortum, junto con los diagnósticos son necesarias la soluciones. València está en condiciones de encabezar más que un corredor, todo un perímetro mediterráneo cultural.

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