Pese a las grandes dificultades que subsisten para el desarrollo de la infraestructura, la integración de posiciones a favor del Corredor Mediterráneo goza de su mejor momento desde la implantación del Estado de las Autonomías. Las administraciones regionales están sabiendo coordinar sus agendas para integrar diagnósticos y planificar acciones de reivindicación. El nuevo ministro de Fomento ha demostrado una saludable predisposición al diálogo. Se ha nombrado por primera vez un coordinador español del Corredor Mediterráneo. Y la sociedad civil, con la Asociación Valenciana de Empresarios a la cabeza, está liderando potentes iniciativas como #QuieroCorredor que han cosechado importantes éxitos de convocatoria en diferentes plazas estratégicas de la geografía mediterránea, extendiendo su presencia a otros ámbitos en que la reivindicación no tenía demasiada presencia como las redes sociales.

Es responsabilidad también de las áreas empresariales del Mediterráneo participar de ese proceso de necesaria integración que articula la masa crítica y dota de continuidad estratégica a todo el espacio económico y social del Mediterráneo. En términos logísticos, las áreas empresariales son el cliente final de las redes de suministro industrial. La estación de llegada cuyo buen término resulta imprescindible para la utilidad real de las inversiones en infraestructuras. El sistema arterial y las superficies productivas del Corredor Mediterráneo no pueden desentenderse mutuamente porque son las dos mitades de una misma realidad económica que debe coordinarse mediante planteamientos de gobernanza avanzada.

Del mismo modo en que una política turística no podría implementarse sin establecer coordinación con los agentes clave que gestionan la realidad del parque hotelero, la logística mediterránea y su política industrial deben concertar una visión estratégica que contemple todo el potencial de las áreas industriales como pieza nuclear del modelo mediterráneo. Las áreas empresariales del Mediterráneo deben empezar a trabajar para proporcionar al resto de los sectores no solo una visión integrada de su problemática y de sus necesidades, sino también de una propuesta de desarrollo compartido que permita la realización de su enorme potencial económico en términos de riqueza y empleo.

La gestión del parque mediterráneo de suelo industrial necesita de una visión integrada en torno a su red logística de suministro principal: el Corredor Mediterráneo. Esta visión integrada red-territorio-sociedad es la única que va a permitir trabajar en favor de visiones avanzadas del desarrollo logístico dando a la masa crítica industrial del Mediterráneo la visibilidad internacional que necesita como entorno competitivo de negocios, con polígonos industriales de calidad, buenos servicios, cohesión social, seguridad jurídica y buena calidad de vida.

En la era del internet de las cosas (IoT) ya es imprescindible que la visión de todo el suelo industrial conectado a una misma red logística trabaje por desenvolverse en el marco de unos mismos estándares, unas formas homogéneas de armonización técnica y unos mismos cauces de comercialización: por un mismo ancho de vía. Hoy más que nunca es necesario construir una visión transeuropea de cada uno de los aspectos que conforman la buena funcionalidad de las infraestructuras, siendo uno de los más relevantes la calidad del suelo industrial.

Las áreas empresariales del Mediterráneo son el soporte productivo de su corredor principal. Trabajemos en equipo por resolver su problemática y por convertir en realidad su gran potencial, sus fórmulas de comercialización o sus instrumentos de financiación europea. La buena coordinación de las áreas empresariales del Mediterráneo repercutirá de forma aún más positiva en el retorno económico y social de la infraestructura, en una mejor amortización de las inversiones y en una distribución más horizontal de sus beneficios.