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Algo se mueve en el alma

No es lo mío sumar porcentajes, sino ilusionarme con ideas. Seguro que la Corporació de Mitjans seleccionará finalmente a los profesionales que más lo merezcan. Al mismo tiempo, mi reconocimiento a todos los que aportan ideas desde la Unió de Periodistes para que el proceso sea lo más justo posible.

Probablemente, esta columna pueda parecer una aportación naif, simple e insustancial. Y tal vez lo sea. Sin embargo, tengo la certeza de que solo desde el talento y la ilusión se pueden edificar grandes cosas.

En los medios audiovisuales de este grupo, humildemente, hacemos todo lo que está en nuestra mano para ser útiles a la sociedad. Eso sí, los valencianos necesitan sentir ganas de desvelarse y despertarse con una programación propia, que tenga ritmo, una cadencia sostenida y una línea editorial de honestidad absoluta y mirada puesta en el futuro. Necesitamos una tribu de profesionales que caminen en la misma dirección. Queremos volver a soñar con una televisión y una radio pública que tenga cosas que decir. Queremos que vuelvan a dotar a los valencianos de alma propia y tono vital.

Algo se mueve en el alma. Frente a la postura del cierre, la rebeldía de la apertura. Ante el virus que mata de medios de comunicación y la insistencia de constreñirlos hasta su mínima expresión, estornudo al aire para que salga de mi boca la bacteria de la apertura. Hoy sonrío porque veo como compañeros que no tienen donde expresarse crean sus propios medios de expresión porque al empresario ya no le renta el negocio. Estoy orgulloso de ellos, no de los otros.

Frente al desprecio, la creación. Esto es nuestra vida. Y lucharé para que siga siendo la mía y contagiar a muchos para que enfermen a mi lado. Es la única forma de curarme.

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