Hace unos años recibí una llamada que me ilusionó especialmente. Era del Ayuntamiento de Gandia en la que me comunicaban el nombramiento como Embajador Turístico de mi ciudad.
Se trata de algo honorífico, por supuesto no remunerado y un honor. Fue un bonito detalle que aún agradezco y que reforzó aún más mi vocación de portavoz de las bondades de la Ciutat Ducal ( por extensión de toda la Safor) allá donde me encuentre.
Andaba este servidor bastante por Madrid en aquellos días, presentando programas para Antena 3 en sus estudios de San Sebastián de los Reyes. De entre todas las instalaciones de la cadena la que más cojeaba sin duda, era el comedor. No son lugares especialmente cuidados los de la restauración en los platós televisivos pero de todos los que he probado, el de Antena 3 era manifiestamente mejorable.
Su «Hoy paella valenciana» era especialmente temido por el pequeño grupo de valencianos que por allí pululábamos.
Se trataba de un arroz pastoso, pasado y duro a la vez (tiene su mérito, no me digan) de un amarillo artificialmente intenso del que emergían toda suerte de ingredientes singulares: guisantes de bote, trozos de pimiento morrón, gambitas congeladas descabezadas y pequeñas chirlas. Siendo una tragedia lo que aquel cocinero daba en llamar paella, con la Fideuà de Gandia la cosa era mucho peor. Se anunciaba como «Hoy Fideguá», así con un pedazo de «g» que hería la vista.
Al paladar la tortura era insufrible: el fideo era blandengue de ese gordo con «agujerito», chorreoso de caldo de algún pescado ignoto y con abundancia de guisantes y pimiento morrón por doquier.
Elevé como Embajador Turístico una queja en toda regla a la sección cocina de Antena 3 y mis plegarias tuvieron una única respuesta: quitaron la «g» de la pizarra, no pude conseguir lo mismo con los guisantes de bote.
En asuntos gastronómicos es sin duda la Fideuà de Gandía la mejor Embajadora Turística de la Capital de la Safor. Como lo son su venerable y brillante historia, su magnífico patrimonio arquitectónico, su grandiosa playa, su deslumbrante entorno paisajístico, sus modernos servicios o su pujante actividad cultural. Tiene mucho Gandia de lo que presumir y hablando de cultura, hay que recordar que acaba de ser nombrada Capital Cultural Valenciana 2017. Cinco años han pasado de aquel destrellato que fue brindar el nombre de la ciudad y dar facilidades para que se rodara en Gandia esa muestra descerebrada de televisión zopenca y tronista conocida como «Gandía Shore».
El clamor en contra de una posible segunda parte de aquel esperpento esteroide se ha oído hasta en los despachos de la MTV. La Mesa del Turismo de la ciudad, entidad que aglutina colectivos culturales, empresariales, comerciales y la totalidad de las fuerzas políticas gandienses lo han dicho bien clarito: NO queremos más SHORE.
El que en su día hubo (apoyado y jaleado desde el gobierno municipal del exalcalde Torró) ya fue bastante estigma y lo suyo ha costado quitárselo de encima.
Una de las protagonistas de aquel adefesio televisivo fue la infausta Ylenia, una joven benidormense de pelo oxigenado y el cociente intelectual necesario para hacer la siguiente reflexión en forma de «tweet» : «No exitiría mujer estrecha sin tanto tolai suelto por ahí». Poesía en movimiento. No «future». No «shore».
