El mes de junio de 2003, ya hace más de una década, se recuerda por las tres invasiones de aire cálido que dispararon las temperaturas tanto máximas o mínimas antes de la llegada del verano. Desde entonces, los valores térmicos se han ido avanzando mientras las medias que marcan los mercurios también van en ascenso año tras año. Esta semana se ha comprobado que las olas de calor pueden causar problema de salud pública importantes que, a su vez, muestran la relevancia de tener en cuenta los pronósticos de cambio climático advierten de la africanización del clima mediterráneo. En el caso de la ciudadanía, el uso de aires acondicionados puede atenuar los incrementos térmicos, sin embargo, estos picos de temperatura tienen una gran incidencia sobre la fauna y la flora, especialmente, en las especies más sensibles. De hecho, la migración es un recurso de adaptación habitual de gran número de aves. Por ejemplo, los vencejos que se encuentran en estas fechas en nuestro territorio llegan a recorrer 20.000 kilómetros en su viaje migratorio, como acaba de revelar SEO/Birdlife que, en colaboración con la Fundación Iberdrola España, ha estudiado las trayectorias de esta ave voladora que solo se posa para criar. El próximo otoño los vencejos abandonarán sus zonas de reproducción para alcanzar Camerún y la República Democrática de El Congo, mientras que en diciembre se desplazarán a una segunda zona de invernada, más al este, cerca de las costas de Tanzania, Kenia y Mozambique.