Mañana, 20 de junio, UGT-PV realizará una jornada bajo el título El sistema de innovación de la Comunidad Valenciana a debate porque pensamos que en ello nos va el futuro. Con frecuencia no, siempre que uno asiste a este tipo de jornadas o encuentros, de manera invariable, todos se suman a la necesidad de potenciar la innovación. Sin embargo, la pregunta es: por qué decimos una cosa y hacemos la contraria.

El nivel de innovación en nuestra comunidad es bajo y aun así, durante la crisis cayó la inversión en I+D+i un 50 % y la empresas con actividades en innovación un 60 %. Es un dato terrible que se suma a un panorama desolador, de puro abandono en esta materia.

Este penoso escenario no tiene causa en el modelo productivo valenciano: para los mismos sectores o subsectores el déficit innovador en nuestra comunidad respecto de la media española es claro y respecto del europeo todavía mayor. Por ello, la tasa de trabajadores valencianos ocupados en empresas de alta y media tecnología es la más baja de España. La más baja.

Más allá del escaso volumen de inversión pública, nos encontramos con una inversión del sector privado todavía más escasa. En el conjunto del Estado español las empresas financian el 50 % del total en I+D, mientras que en las economías más competitivas de la Unión Europea el porcentaje se eleva al 70 %; pero en la Comunitat Valenciana ese dato baja al 40 %. Y como es obvio, ese es un porcentaje sobre un total de inversión (privada+pública) muy inferior al del resto del país y de los socios europeos.

La falta de participación del sector privado, además de restar inversión, evita la transferencia de tecnología desde las universidades o centros de investigación al aparato productivo de las empresas, hace inviable la innovación real, práctica.

Y esta es una carencia especialmente lamentable porque la producción científica valenciana es eficaz y eficiente, ha sextuplicado sus registros en las bases de datos internacionales verificadoras de los avances científicos. Esta producción científica supera a la media española y se logra con menos recursos económicos, por lo que es más eficiente. No sólo cuantitativamente, sino que también cualitativamente la producción científica valenciana supera ampliamente la media de España.

Más del 90 % de esa producción científica procede de la universidad, los centros de investigación de la Administración y de centros mixtos CSIC-Universidad. Apenas un 9 % es producción empresarial privada. Esto explica la falta de transferencia, la desconexión entre la universidad y los centros de investigación públicos con el tejido empresarial valenciano existente.

Así pues, necesitamos mucha más inversión en I+D+i, pública y privada, e instrumentos de coordinación capaces de transformar los avances científicos en mejoras competitivas para nuestras empresas. Necesitamos formación, empresas de mayor tamaño, energía a precios competitivos y con regulaciones estables. Pero estamos locos porque sabemos lo que queremos y hacemos lo contrario.

Las soluciones para la competitividad de nuestras empresas aportados por el Gobierno van justo en la dirección contraria: energía más cara y peor regulada, menos formación y mucha menos inversión en I+D+i. Su política es de ciclo corto, puramente miope. Como no puede o no quiere o no sabe apostar por el futuro, impone una reforma laboral que facilita y abarata el despido, las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, los despidos colectivos y la devaluación del factor trabajo. Las empresas privadas sólo invierten e innovan en despachos de abogados que exprimen al máximo las ventajas que les da esa reforma laboral.

Mientras tanto, la calidad del empleo se degrada, caen los salarios y aumenta la precariedad. Y con ello se ponen en peligro los servicios públicos (sanidad, educación, prestaciones sociales) y las pensiones.

Por todo eso nos preocupa tanto a la UGT-PV el debate sobre la innovación y también por eso queremos contribuir a las soluciones y denunciar las incompetencias y los cinismos. Esperamos que la apuesta del actual Consell, con la colaboración de todos, nos saque de la postración y el abandono que evidencian casi todos los indicadores. En eso estamos.