Hay que reconocerle a TEN, la cadena del grupo Secuoya, un incansable afán por sorprender con su programación. Si lo consiguen o no es otro asunto, me temo que no todo lo que quisieran. Lo intentaron con Carolina Ferre y sus «Vidas en Orden», me dio la impresión que la de Cocentaina andaba un tanto perdida entre sus historias. Antes fue un magazine con Vicky Martin Berrocal (como presentadora es una estupenda diseñadora ¿no creen?) y otros programas de producción propia que no han tenido ninguna suerte, aunque el de viajes de Carolina Randazzo no estaba nada mal. El caso es que la audiencia del canal está peor que raquítica, andan arrastrando una pírrica media del 0,3% que hace inviable su rentabilidad.
Aún así les reconozco el arrojo al lanzar su nuevo programa estrella donde es absoluta protagonista (tal vez demasiado) Rosa López. Dice la propia ex Eurovisiva que se trata de un docureality «aunque yo lo tengo interiorizado como un programa» (sic)
El programa que ha interiorizado Rosa no llegó tampoco al 1% pese a que se vendía como una versión local del reality de las Kardashian donde Rosa sería Kim y sus hermanas, amigos y adláteres de la cantante: Geno, Manu Tenorio etc.
A mi modo de ver al formato le falta precisamente lo que le sobra al de las Kardashian, autenticidad. Bueno, esa clase de autenticidad que especímenes como ellas pueden mostrar( por cierto el de las Kardashian se puede ver también en TEN)
«Soy Rosa» va sobrecargado de autobombo promocional, todo se muestra demasiado estudiado, demasiado ensayado, artificial. Nada que ver con «Alaska y Mario» que amén de si te gustan o detestas a los personajes era tal cual, fresco,auténtico. La propia Rosa explicando su self reality dice que en él busca crecer como persona. Con tres parámetros principales, a saber: «Cosas que he trabajado yo conmigo misma» (sus cositas, vamos), «Crecer con mi público» (¡ajá! Ella misma confiesa que es una maniobra promocional) y, pásmense «Ayudar y ser útil». Confiesa Rosa que no sabe por qué le sigue mucha gente y se ha convertido en ejemplo para ellos mientras levanta la vista al cielo y exclama: «Dios, por qué me utilizas como vehículo» en un apunte tan santateresiano como surrealista.No contenta con eso Rosa se ofrece para protagonizar o colaborar en una película «¿por qué no?» se arroga, y así convertirse en una versión 3.0 de Carmen Sevilla. Hablando de la gran Carmen, sigue como saben aquejada de ese mal terrible del olvido pero nunca olvidaremos cuando salió a presentar «su cuponsito» en zapatillas de andar por casa. Homérico.
La propia Rosa dice que le pidió consejo a Carmen sobre cómo actuar como ella hacía «¿Tú que has estudiao?» le preguntó la granadina. El consejo de la mítica Carmen fue este: «se tu mis ma, chiquilla». Pues no, no es ella misma. Es una argucia comercial-promocional con pinta de reality anque ella lo tiene «interiorizado como un programa». Nyàs coca! Ten Rosa!
