La comentadísima final de la quinta edición del talent de cocina más visto en España ha dejado algunas lecciones sobre la manera de programar de nuestra televisión pública, que emitió la final el miércoles en vez de hoy con el único objetivo de contabilizar su audiencia en el mes de junio ante el pánico a quedar por debajo del diez por ciento de cuota de pantalla. Al menos la jugada les ha salido bien y han acabado con un 10,3%, dos décimas menos que en mayo y en tercera posición, por detrás de Antena 3 y Telecinco que sigue la más vista por quinto mes consecutivo.
Metidos en harina, el programa se alargó 4 horas al más puro estilo de los realities interminables de las privadas porque cuanto más largo es un programa más fácil es captar mayor porcentaje medio de espectadores. Y así nos tuvieron hasta las dos de la mañana, sin piedad, como un «Deluxe» o un «La Sexta Noche» pero en miércoles.
Menudo jueves pasamos por no haber sido capaces de apagar la televisión a una hora prudente y mandar a freír espárragos a los aspirantes y compañía. Más cuando todos sabíamos que sería Jorge quien ganara y no Edurne. En el avance de lo que ocurría en el último episodio se veía la típica celebración de futbolistas por los suelos en montañeta. Imposible que la victoria de la vasca hubiera sido celebrada así: premio al mejor spoiler del año para el que montó la promo.
Lo único inesperado, por injusto, fue que Nathan quedó segundo, confirmando lo que desde el primer día fue evidente: el catalán era el enchufado. Desde luego, flaco favor hicieron los chefs a la evaluación continua. Edurne quedó tercera después de ganar muchas pruebas, ser capitana y no cocinar nunca un plato asqueroso o sin sentido como los del joven. Hasta se cameló a Jöel Robuchon. Pero la señora jubilada no podía ganar porque el vencedor debe por contrato estar dispuesto a cambiar su vida y Jorge era mejor opción. Con Miri y Nathan va de fiesta en fiesta. Ella ha dicho que está enamorada él, que se hace el distante. Tenemos carne de «salvamización» más que de estrella Michelin.
Pero hay que seguir exprimiendo la moda de los fogones y, en breve, llegará «MasterChef Celebrity 2», encadenando uno y otro siguiendo los pasos del reality por excelencia: «GH» y su «GHVIP». En este empalago culinario, hasta en «El Ministerio del Tiempo» un cocinero de la corte de Felipe III escribe un libro de recetas porque intuye que en el futuro tendrían más éxito que las obras de novelistas y poetas.
