He vivido en carnes propias la violencia de género, soy una 'abuela superviviente' y estoy muy indignada. Leo Levante-EMV a diario y llevo tiempo echando en falta que se hable más, dando más visibilidad, a las víctimas de la violencia de género. Con la violencia de género parece que estemos instalados en la estrategia del silencio, aletargados, 'de lo que no se habla, no ha pasado'. Si esa estrategia sirviera no asesinarían a más mujeres, a madres que dejan niños huérfanos o a madres y padres sin sus hijas. El que no hablemos de los asesinatos no hace que dejen de crecer los casos, sino todo lo contrario: hemos cogido la directa y vamos a piñón fijo y no me extraña, con la sensación de impunidad que tenemos en los tribunales. Ellas sí que no saldrán del agujero, y con ellas su historia, una historia de pesadilla y terror porque esa es la verdad de angustia infinita, de indefensión, de falta de comprensión y tolerancia por parte de la sociedad ante el abuso sistemático de un degenerado. Y el asesino piensa "yo, con un poco de suerte y tal y como está la justicia hoy en día, en unos cuantos años estoy durmiendo en mi casa", que era también la casa de su víctima, "en nuestra cama tan rica, me quedaré con todo, encima tendré el derecho de ver e incluso tener la custodia de nuestros hijos€ en cambio tú ya no saldrás a ningún sitio. A criar malvas". Y el asesino habrá cumplido su propósito.

Eso es lo duro y lo cruel y la pura realidad de cómo está aquí la justicia y la violencia de género. Tenemos una ley integral desde hace más de 10 años, que se aprobó por Zapatero. Pero si no se ponen fondos, se convierte en papel mojado. El gobierno ha aprobado unos presupuestos en los que ya sabemos que hay grandes recortes en violencia de género. Con esta justicia, con estos presupuestos, con esta impunidad, es normal que los casos de asesinatos de violencia de género estén creciendo de manera exponencial. Ahora, otra cosa sería si aquí se tomaran las cosas con la gravedad y la emergencia social que representan, y con una actitud cabal y madura, que quiera acabar con esta lacra social y con la impunidad de estos asesinos y que dé más protección a las víctimas.

Un pacto de Estado. Todos los partidos políticos, PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, todos juntos para acabar con esta lacra social. No se puede utilizar la violencia de género como arma electoral de ningún partido político porque esto es un problema social de todos. Fueron capaces de ponerse de acuerdo para terminar con el terrorismo de ETA y fue un éxito de todos. Pues con la violencia de género pueden hacer lo mismo. Hace falta una actitud política de querer hacerlo, que si se quiere, se puede. Hay que recordar que ya llevamos más asesinadas por violencia de género que ETA en más de 30 años. En los 10 años que llevamos de estadísticas, llevamos más de mil asesinadas, y ETA cometió a lo largo de su historia 800 asesinatos.

Me quejo de la falta de visibilidad de esta lacra social que tenemos como país, que me parece suficientemente importante como para que, por desgracia día sí y día también, ocupen las portadas del periódico. Lo que me parece incomprensible es que con tres asesinatos, una acuchillada dos muertas en Madrid, aparezca la noticia en portada como un 'anuncio' del artículo, escueto e insignificante, con mucha menos relevancia que otros. Me parece una falta muy grave de respeto a las víctimas, que deja a las asesinadas y a todas las supervivientes como yo viendo cómo encima de que nos asesinan, nos ningunean con una sensación de que 'aquí no ha pasado nada'. Y eso es lo tremendo€ ¿Cuántas más tendrán que morir para que en este país se mueva algo?