Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La esperada subida salarial

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha demostrado ser una auténtica creyente, y no en el concepto clásico monoteísta, sino en el más heterodoxo y libertario, el que incluye también la fe en el ser humano. Esto lo digo porque tan pronto se encomienda a la Virgen del Rocío para acabar con la crisis económica, como a la patronal -Rosell- y Garamendi- y los sindicatos -Álvarez y Sordo- para que haya una subida de los salarios. «Es el momento de que suban con la fortaleza de la recuperación del empleo».

Noble empeño el de la ministra delegando la solución en el esfuerzo en los demás. Pero al margen de la fe, ya sea en lo divino o en lo humano, que ya sabemos que suele mover montañas, podría acudir a lo más prosaico y próximo. En sus manos está reformar la reforma -valga la redundancia- laboral que ha llevado a esta situación. Sin necesidad de recurrir a la Virgen de Rocio, la patronal o los sindicatos. Porque de aquél cambio legislativo de 2012 viene la mayoría de la precariedad laboral de la que ahora nos hacemos cruces.

Y si lo que realmente preocupa es incrementar los salarios más bajos, la pintan bastos. No tenían más que haber dado un paso más largo con el salario mínimo interprofesional (SMI). Aquellos 707,6 euros acordados con el PSOE.

Además. habrían matado dos pájaros de un tiro y le hubieran ahorrado a Juan Rosell un disgusto: ayer reconoció que «es muy difícil» poder llegar a fin de mes con un sueldo de 800 euros. Eso sí, le recuerdo, porque la memoria suele ser a veces endeble, que en aquél momento, la patronal que preside, la CEOE, alertó de que subir el salario mínimo a los 707,6 euros citados «podría llegar a poner en riesgo el empleo».

Pelillos a la mar. «Quizá ha llegado el momento en los acuerdos con los sindicatos de hacer planteamientos distintos para los salarios muy bajos y los no tan bajos», confesaba ayer Rosell, abierto ahora a subidas de más del 2,5 % para los sueldos más bajos. De todas formas, me permito recomendarle que si necesita información adicional sobre cómo sobrevivir con 800 euros -¡cien más que el SMI!- no tiene más que preguntar a los 794.809 valencianos -según los datos del ministerio Montoro- que tienen remuneraciones inferiores a esa cifra.

También convendría recordar que cuando se pongan manos a la obra para negociar subidas tengan presente -según detalla Alberto del Pozo, de Economistas frente a la Crisis- que desde 2008 a 2015, la remuneración de los asalariados de las sociedades no financieras, las más cercanas a la economía real, cayeron en 44.699 millones, una cifra solo inferior en 15.000 millones a lo que nos ha costado el rescate bancario. En el mismo periodo, los beneficios de esas empresas aumentaron en 9.559 millones.

Solo son unos datos a tener en cuenta. Como la subida salarial hasta el pasado mes de mayo en los convenios colectivos, que fue del 1,27 %, período en el que los precios subieron un 2,53 %. En resumen, una pérdida de poder de compra del trabajador del 1,23 %.

Eso sí, la economía española creció un 3,2 % el año pasado. Y la desigualdad. Y la precariedad.

Compartir el artículo

stats