Modificar el artículo 36 del Decreto 87/2015. Así de sencilla es la medida pertinente si hay voluntad política de blindar la Historia de la Filosofía en Bachillerato. Sólo una autonomía no gobernada por el Partido Popular abandona a su suerte la milenaria tradición del pensamiento filosófico: el País Valencià. Sorprende más todavía cuando gobierna la izquierda, supuesta abanderada de libertades, quien, si hubiera voluntad política, sólo debía copiar la medida tomada en Baleares, por ejemplo.

El profesorado de Filosofía se siente estafado y ninguneado. ¿Cómo es posible que incumplan la promesa pública y publicada de corregir el disparate de la ley Wert? ¿En qué piensa Miguel Soler, secretario autonómico de Educación, cuando apela a la «imposibilidad» de subsanar un artículo de un decreto ya modificado en otras nueve comunidades autónomas? ¿Nos toman por ignorantes? Las razones manifestadas carecen de solidez alguna: 1) La modificación del decreto el 04/9/15 era una medida de carácter general; 2) No hay motivos suficientes para defender una asignatura frente a otras que reclaman más horas; y 3) La obligatoriedad de Historia de la Filosofía en 2º de Bachillerato supone descuadrar plantillas y reorganizar centros. Pretextos propios de una Administración kafkiana sin la menor voluntad política de buscar alternativas razonables, que haberlas haylas, sin que supongan un problema ni para la Conselleria d´Educació, ni para alumnado, ni profesorado.

No tragamos que el mismo decreto modificado en 2015 no pueda corregirse ligeramente ahora. No cuela que hacerlo suponga un agravio comparativo con otras materias. Nadie entiende que rectificar plantillas suponga ningún trauma organizativo. En cambio, sí consideramos gravísimo, amén de la falta de lealtad y palabra del tándem Marzà-Soler, los implícitos que supone aniquilar la Historia de la Filosofía. Primer implícito: consienten el maltrato a la Filosofía de Wert, así como el efecto perverso de su patológica animadversión. Segundo implícito: demuestran al profesorado una apatía legislativa, centrándose en otros menesteres -como el plurilingüismo- haciendo gala de una dejadez pasmosa en asuntos de máxima urgencia y sencilla resolución. Y tres: tanto el engaño como la arrogancia política simbolizan un estilo de gobierno impropio de gente de izquierdas.

¡Nos han humillado! ¿En verdad les importa la libertad, el juicio crítico, el compromiso moral? El tiempo apremia. Hagan el favor de meditar el disparate que cometen fulminando la Historia de la Filosofía. ¿Se imaginan un Bachillerato científico, pongamos por caso, sin cursar Historia de España? ¿Qué dirían? ¿Por qué no reconsideran su postura? Es un gesto filosófico noble, (re)pensar, rectificar, actuar. Se lo agradecerá el alumnado, privado hoy del ejercicio filosófico, pero también el profesorado, indignado ante este disparate injustificable. Contribuyan a dejar un legado cultural valioso en los institutos de secundaria. ¡Bastante daño hizo Wert! ¡Cumplan lo que aprueban en Les Corts! ¡Menuda colleja iba a darles Joan Fuster si viera cómo maltratan la filosofía! Marzà, conseller d'Educació: ¡no seas Wert!