Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ahdsa

Sin noticias de la política industrial

Ni Climent ni García Reche han sido capaces, pasada ya la mitad de la legislatura, de sacar adelante los deberes encomendados para empujar y marcar el rumbo de la recuperación de la industria valenciana. No todo se puede reducir a vender suelo.

En menos de una semana, dos voces cualificadas han vuelto a dar la voz de alarma sobre la falta de una política industrial y de innovación que garantice el futuro del tejido productivo valenciano. Primero fue Vicente Lafuente, el presidente de la nueva macropatronal que agrupa a los sectores del metal, el calzado, la cerámica, el textil y el mueble, es decir el grueso de la industria autóctona.

Advertía al conseller de Economía, Rafael Climent, de que una vez elaborado el diagnóstico de la atonía industrial valenciana, es el momento de emprender acciones decididas para recupear el tono y, sobre todo, adoptar un rumbo claro y firme. Porque transcurrida más de la mitad de la legislatura, el conseller ni está ni, al parecer, se le puede esperar. Lo cual es descorazonador si se tienen en cuenta los lustros de abandono de política industrial durante los gobiernos anteriores del PP. Era de esperar, además, que procediendo como procede de una comarca con tradición industrial se tomara en serio y con conocimiento de causa la misión. Sin embargo, con el paso de los meses todo parece indicar que el cargo le ha venido demasiado grande si sumamos a este páramo, por ejemplo, el agravamiento del caos heredado en torno a la libertad de horarios comerciales.

Días después, el rector de la Universitat Politècnica de València, Francisco Mora, se lamentaba de la falta de un entorno empresarial y económico más favorable a la innovación. Y subrayaba la necesidad de actualizar nuestras empresas, atraer extranjeras y formar estudiantes emprendedores. A su lado, el vicepresidente de la ignota Agencia Valenciana de la Innovación, Andrés García Reche, advertía que "o nos ponemos las pilas o no vamos a solucionar nada. Nos va a pillar esta revolución sin haber pasado la anterior".

Una llamativa advertencia procedente de quien está llamado a pilotar la reformulación de la política innovadora e industrial valenciana y de quien también, pasada más de media legislatura, se está a la espera de noticias. Acreedor de buenas credenciales si se tiene en cuenta su papel protagonista en la configuración de la red de institutos tecnológicos durante los ya lejanos gobiernos autonómicos del PSPV, parece que también le ha pillado el toro en esta ocasión.

Además, queda por comprobar cómo se complementan ambas -conselleria y Agencia- a la hora de implementar esas nuevas políticas, si es que llega ese momento antes de las próximas elecciones. ¿No habría sido más sensato concentrar todos los esfuerzos en un solo organismo en vez de disperarlos? Si el president Ximo Puig no se fiaba de la capacidad de sus socios de Compromís para abordar la tarea, tampoco parece que su viejo compañero de carrera política haya conseguido sacar adelante los deberes; no, al menos, con la urgencia que los diferentes actores ponen de manifiesto de forma permanente y perentoria. No todo puede limitarse a vender el suelo de Parc Sagunt sin una visión global de las necesidades de nuestro tejido productivo. Hoy por hoy, estamos ante un fracaso que lastra la capacidad de recuperación de una industria sacudida por sucesivas crisis.

Compartir el artículo

stats