Como dijo el poeta, no es que sea mala la verdad, es que no tiene remedio. Y la verdad, a mi parecer, es que en el congreso del PSPV debe culminar la revolución democrática encarnada en la fuerza de la militancia que eligió a Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Hay quien quiere separar ambas cosas, hacernos creer a los militantes socialistas que lo que sirve a nivel federal no es útil para la federación valenciana. Eso es tan erróneo como suministrarse una dosis de amnesia selectiva y convencerse de que en esta decisiva encrucijada, la de las primarias por la Secretaría General del PSPV, se parte de cero.

Y no, no es así. Ximo Puig apostó a todo o nada por la candidata Susana Díaz y perdió. Rafa García estuvo entonces donde está ahora, con Pedro Sánchez, y la militancia valenciana apoyó con rotundidad esta opción: culminemos este proceso eligiéndolo como máximo dirigente del PSPV.

¿Cómo renovar el PSPV sin socavar la figura del president socialista al frente de la Generalitat? Apostando por el modelo de partido que presenta el candidato Rafa García. Frente a la estela dejada por la actual dirección -enrocamiento en Blanqueries, desequilibrio entre labor institucional y militancia, partido subalterno a decisiones personalistas- el modelo que propone Rafa García reivindica el protagonismo de la militancia, la vida dinámica en las agrupaciones y disputar en la calle la labor social en pos de una hegemonía de izquierdas. ¿Con qué objetivo? El de fortalecer vigorosamente la Presidencia de la Generalitat y el resto de cargos institucionales. Si gana la opción de Rafa García, se reforzará la presidencia de la Generalitat porque el partido ganará en organización y dinamismo.

La militancia socialista tiene por delante una decisión trascendental. Si las primarias suponen una revolución democrática iniciada por el PSPV-PSOE, la separación de cargos orgánicos e institucionales lo es más, como propone el alcalde de Burjassot.

Con Pedro Sánchez y Rafa García, el nuevo paradigma de participación de la militancia ha llegado para quedarse: nunca más, convidados de piedra, sino parte imprescindible, en las decisiones, del devenir político. Con Rafa el PSPV-PSOE volverá a ser un partido ganador. Nos lo debemos, nos lo merecemos. Compañeros, el día 16 tenéis la última palabra