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Gallinas al sol

Sube la luz ahora, en plena ola de calor, como subió antes con la ola de frío, como sube la gasolina al comenzar las vacaciones. Hay una cosa más difícil de entender que el recibo de la luz y son las explicaciones de las eléctricas que aunque sean unas compañías solventes -me refiero al plano grosero de la materialidad- tienen nombre de alegres chicas de Colsada particularmente sueltas con el baile. Dice el pool que el mix sale más caro en el mercado mayorista porque no llueve. ¿Eh? Lo dicen muy serios, como si los megavatios fueran ovejas y hubieran las que hay y no pudieran improvisarse, como no pueden improvisarse las chuletas.

Desventajas de ser clientela cautiva de un monopolio mal disimulado en el que el interés privado y los tejemanejes de eso que llaman Gobierno suelen coincidir mientras que los límites de sus cuerpos se borran y confunden hasta extremos pornográficos. Como decía el clásico: «Je ne sais pa où tu commences/ Je ne sais paso où je finis». O sea, como todo está muy seco, te echo un polvo, digo hay mucho polvo. Me imagino el titular de la noticia en La Traca: «Las eléctricas nos cobrarán las ventosidades». Subtítulo: «Su temperatura y alto contenido de metano agravan el efecto invernadero y obligan a la adopción de medidas correctivas». Por lo visto, las ventoleras que ha sufrido el país durante el segundo trimestre del año no han servido para hinchar las velas de la clientela y aliviarla un poco.

Si el mercado es tan bueno, ¿cómo nos hace estas cosas? Quizás sea porque no hay mercado, o sea porque no hay dónde elegir. A menudo se justifica la continuidad de las nucleares más viejas en aras de la seguridad energética, pero ya se ve que esa seguridad no es la de unos precios un poco más estables. Sobresaltados y radiactivos: sois nuestras gallinitas y ahora con el calor, ponéis más. Tanto calor y tanta luz también sirve para los paneles solares, como se le ocurrió incluso a Zapatero. Luego quitaron las primas no fuera a salir barata la electricidad y los inversores defraudados se querellaron. Eso también lo pagaremos nosotros.

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