Ya estamos en verano y, como era de esperar, encontramos por todo el Estado español nuevos records de temperaturas máximas. En este año también el invierno se ha caracterizado por la abundancia de feroces temporales y lluvias torrenciales que han destruido cultivos, paseos marítimos, y viviendas costeras. Estas son, según los expertos, las dos consecuencias más inmediatas del cambio climático: aumento sostenido de las temperaturas y fenómenos meteorológicos extremos.

Debemos responder a los retos de nuestro tiempo, e indudablemente entre los más destacados se encuentran el cambio climático y la necesidad de una transición lo más rápida posible hacia fuentes de energía renovable. Este doble reto climático y energético, característico del Antropoceno, constituye la razón de ser del Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía, que sin duda es una importante y oportuna iniciativa. Los firmantes se comprometen a reducir las emisiones de CO2 en al menos un 40 % hasta 2030, y a adoptar un plan integral para tratar de minimizar el cambio climático y mejorar nuestra adaptación al mismo.

Pero este ambicioso objetivo presenta serias dificultades: la primera, la normativa estatal en materia de energías renovables y fiscalidad de emisiones, que necesariamente condiciona cualquier iniciativa municipal al respecto y, en segundo lugar, la inercia cultural de la sociedad de consumo y del omnipresente coche privado, que influirá en la escala final de la posible reducción de emisiones. Es por ello que el objetivo del 40% se convierte en una auténtica tarea titánica, la undécima para nuestros gobernantes autonómicos y municipales, que necesariamente pasa por continuar con la apuesta por la movilidad sostenible -pero no solo apoyando la bici, sino mejorando las redes de cercanías y de autobuses municipales y comarcales€-, a la vez que se crean normativas que minimicen el uso del coche privado en las ciudades. Para contribuir de forma colectiva a estos objetivos se ha creado una interesante iniciativa, la red Connecta energia, que pretende vincular actores institucionales, académicos, asociativos y profesionales con el objetivo de potenciar la transición energética renovable a nivel municipal, arrancando el proyecto con una primera reunión de trabajo en Las Naves en fechas recientes.

Las respuestas a estos dos retos principales de nuestro tiempo, el cambio climático y la transición energética renovable, han de ir elaborándose desde una perspectiva necesariamente glocal, es decir abordando localmente los problemas globales, y creando a su vez redes generales bien gestionadas que permitan que fluya la información y la retroalimentación de cada iniciativa concreta. Para todo ello la municipalidad, como entorno cercano, participativo y diverso, se convierte en el principal escenario y laboratorio donde experimentar y llevar a cabo estas urgentes iniciativas de transición sostenible.