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Felicidad

Llevo unas semanas muy deportivo, pero me tendréis que disculpar porque creo que por fin he descubierto el secreto de la felicidad. ¡Soy feliz! Y como buena gente que sois, sé que deseáis mi felicidad tanto como yo deseo la vuestra.

¿El secreto? Hacerme del Madrid. El sábado me hice del Madrid. Tantos años, tantas décadas siendo acérrimo antimadridista solo provocaba en mí frustración y desánimo, pero el sábado a las 15.04 horas me hice del Madrid. A mí, como a la mayoría de vosotros, se me hinchaba la vena más que a María Patiño cada vez que veía a CR7 en la tele, pero eso ha cambiado desde que me hice «vikingo».

Por eso disfruté como un niño el sábado, cuando pude ver en Cuatro como los jugadores blancos habían cambiado de dorsal. Qué si este número se lo ha quedado menganito, que si fulanito prefería aquel otro. ¡Buahhhh! ¡Notición! Y luego los canteranos paseando por Venice Beach, todo documentado en unos videos caseros más malos que los peores de Instagram. Pero los muy pillines se guardaban lo mejor para el final: ¡Benzema comiendo ensalada! ¿Será que al pobre chico antes no le daba el seso para hacerlo, y ahora ha hecho el curso «coma ensalada en seis lecciones»?

Cerraban mi bloque preferido desde el sábado a las 15.04 horas, las primeras andanzas de Morata en Londres, adonde lo hemos enviado después de sacar ochenta kilos por él. ¡Ay, Morata! ¡Ese hombre tan divertido, tan dispuesto a abrirnos su corazón en cada intervención! Allí estaba él, visitando las instalaciones del Chelsea. Yo, como buen madridista, le deseo lo mejor, que el chaval se lo ha ganado. Y qué emoción cuando el reportero nos deleitó con unas imágenes de su familia, tan contentos de estar en la capital británica. Si quedaba un atisbo de sufrimiento en mí, en ese momento quedó disipado.

Ahora espero con ansia que Cristiano vuelva a los entrenamientos, y ver a su novia embarazada, y a sus mellizos tan encantadores. ¡Ah!, y a su madre, que me recuerda tanto a la mía, que ni es portuguesa, ni tiene un hijo más rico que un jeque árabe, pero me identifico totalmente con CR ¡Uh uh uh uh!

Gracias Cuatro, por hacerme tan feliz.

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