Mientras las grandes macrocifras de las que alardea el Gobierno para intentar convencernos de que la crisis ha terminado y nuestra economía vuelve a crecer como en los mejores tiempos, llegan datos como los del IVE para aportar un mínimo de realismo. Que en el último año haya aumentado el número de valencianos en riesgo de pobreza viene a ratificar el desequilibrio de ese crecimiento. Como todos los estudiosos advierten, la desigualdad no hace más que aumentar: la recuperación beneficia especialmente a un sector reducido de la población. La precarización laboral y la generalización de salarios bajos no hacen más que expandir el fenómeno de los trabajadores pobres con efectos catastróficos: menos tributación fiscal, menos cotizaciones a la Seguridad Social, menos capacidad de independencia... Un panorama explosivo que pone en riesgo todo el esquema social obtenido en las últimas décadas.
