Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

En marcha

Septiembre es un mes relleno, rebozado y bañado en moda. Cientos de jóvenes estilizadas, peinadas y maquilladas a la perfección se aprestan a caminar sobre las pasarelas internacionales, mientras un enjambre de profesionales se agita en los camerinos y vestidores. Las grandes revistas publican sus números de mayor empeño. Las fashionistas se lanzan a inspeccionar las novedades más fulgurantes. Las tiendas remodelan con ímpetu sus escaparates. Desde aquí, como siempre, miramos discretamente. Se percibe un deseo de renovación muy generalizado, no sólo respecto a los contenidos, a lo que se va a presentar, sino a la forma de hacerlo. Y se plantean todo tipo de nuevas estrategias.

Pocos días faltan para que comience en Madrid la Semana de la Moda, con el evento estrella, la Mercedes Benz Fashion Week, la MBFM. Que, por cierto, será la última vez que se celebre en septiembre. Si se cumple el anuncia que hizo su actual directora, Charo Izquierdo en adelante sus ediciones serán en julio (del 5 al 8) y en enero (del 25 al 29). Se trata, según afirmó, de «captar mayor número de compradores y de prensa extranjera». Izquierdo, periodista con largo historial al frente de varias publicaciones, está rodeada por asesoras como la anterior directora de la que fue Pasarela Cibeles, Cuca Solana, y de experimentadas colegas como Natalia Bengoechea y Marta Michel. Activar el contacto entre industria y diseñadores, instalar una red wifi gratuita, digitalizar la pasarela para lograr una presencia más permanente; estos son sus primeros pases. Porque, claro está, la aspiración máxima es que la MBFW madrileña alcance la internacionalización, que hasta ahora -la verdad- ha tenido bastante lejos. Me resulta inevitable recordar nuestra propia Semana de la Moda, la València Fashion Week, generada desde aquella arriscada Pasarela del Carmen, que tuvo momentos de esplendor y abrió caminos a no pocos profesionales valiosos. ¿Será que la constancia no es precisamente un rasgo de carácter valenciano? ¿Por qué dejamos extinguir lo que tanto cuesta poner en pie?

Compartir el artículo

stats