La audacia se practica muy a menudo entre los artistas del varieté. Hay que inflarse de valor, vocación o necesidad para hacerse miles de kilómetros en busca del bolo perdido. No todos son David Bisbal, que vuelve a Gandía, Miguel Bosé, que volvió a la plaza de toros el pasado miércoles, o ese Sabina que volverá en unos días al lugar donde no tuvo consideración alguna con su público semanas atrás. Estos cobran un pastón por viajar, mientras que los artistas más modestos lo hacen casi por deporte.
Audacia también en los seguidores del artisteo, como quienes la pasada semana viajamos hasta la localidad conquense de Las Pedroñeras, en La Mancha, para ver y escuchar a Juan Valderrama, hijo del mítico cantante, y Dolores Abril. El chico dio un magnífico recital de buen cante en el Parque Municipal, acompañado de un excelente grupo musical. Lo ofrecía la empresa valenciana La Unión, con su fundador, Julián Cano, al frente, y el todoterreno Carles Chova, que presentó y cantó. Valderrama junior, simpático y locuaz, manifestó sus ganas de actuar en València. «¡Que más quisiera yo!», confesó.
Completaba el espectáculo la coplera Ana Nájera, que se lució como siempre, y un monologuista, Juanjo Albiñana, audaz y acertado, y de Albacete, faltaría mas. Y otro grande del humor, Manolo Royo, vertió sus risas en Puçol el martes. Con Manolo, recordé aquella lejana temporada en el Olympia haciendo La Corte de Faraón con Norma Duval. Otros actuantes en Puçol fueron la coplera de bonita voz María José Navarro, que también presentó con soltura, el iluso mago Maili y los inevitables del rock acrobático Flip Flap, que derrochan audacia salto a salto.
Audacia la de la Jackson Dance Company, que presentó su tributo Jackson´s Legacy en el Olympia ante un público audaz que lo aplaudió todo, aún siendo con música y voz enlatadas, al estilo play-back fallero. Un grupo de bailarines con un Ximo MJ que se las sabe todas, y una pareja de conductores que no aprobaron el carnet de conducir. Los aplausos, sin duda, iban para el añorado Michael, que todavía está en su gloria. Éste teatro presenta desde el miércoles a Xavi Castillo, con sus «news» políticamente ¿correctas?. Y en el Talía, ese mismo día, un musical valenciano, El Full Monty más divertido, con 19 intérpretes, más 3 bailarines y 6 músicos.
Audacia y tesón la de la Casa del Artista, que arriesga para ganar y gana para atender a los artistas valencianos o foráneos. Necesita la ayuda de todos, y para ello hay que acudir el próximo martes, día 19, al homenaje que en el Teatro Principal se hará a la magnífica presentadora valenciana Inés Ballester, otra gran audaz en la vida, en el que se podrá disfrutar del musical Festa Major, que Producciones La Unión ofrece por amor al arte, con artistas valencianos como Clara Esmeralda, César Lechiguero, Maribel Casany, Enric Puig, Carlos Cabrelles, Mamen Mengo y el ballet de La Unión.
Con audacia pelaron el viernes en Alzira Salva y Joaquín, Los Olé, el dúo flamenco de moda, y el sábado en Sedaví el siempre magnífico mago Jammes Garibo, a quien siguió el humorista Yalas, siempre genial. La nubes tuvieron entonces la audacia de descargar de lleno su manantial entre rayos y truenos, acabando con un espectáculo que debía completar la vedette mexicana Sasha Montenegro, la excelente coplera María Gracia y nuestro gran cantante Vicente Seguí, que quedaron compuestos y sin cante por el tormento de la tormenta. Presentaba con su habitual desenvoltura la atractiva Ana Mar Vila. Otra vez será, audaces.
