En la Semana Europea de la Movilidad, que celebramos estos días, todo son buenas intenciones. Las administraciones nos animan a dejar el coche por unos días y nos proponen el uso de la bicicleta o del transporte colectivo como medio para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nuestra atmósfera. Pero la realidad del transporte no contaminante en nuestro país es bien distinta. Cierto es que en los últimos años la ciudadanía se va concienciando cada vez más de este tema. Pero de ahí a dar el salto y comprarse un vehículo híbrido o totalmente eléctrico, queda un mundo.

Sí, es cierto, el coche hibrido o el eléctrico es aún más caro que el de diesel o de gasolina. Inexplicable paradoja en 2017, que está en contra de toda racionalidad en materia de sostenibilidad ambiental. La Unión Europea nos ha fijado unos objetivos muy claros para 2050, si queremos cumplir con los acuerdos internacionales de reducción de gases de efecto invernadero. En 2020, a la vuelta de la esquina, el parque de vehículos eléctricos debería sumar 300.000 vehículos. En 2030 haber alcanzado los 6 millones y en 2050 llegar a los 12 millones. Y, sin embargo, en 2017 el número de vehículos eléctricos apenas supera las 10.000 unidades y sólo 8.000 son turismos. Por tanto, queda un largo camino, que debe cubrirse de forma acelerada si queremos cumplir con nuestros compromisos europeos e internacionales. La incentivación de la compra de estos vehículos, la necesaria mejora tecnológica en los mismos que permita autonomías de viaje superiores a 500 km., el aumento de los puestos de recarga, son medidas que urge tomar. España apenas tiene 1.700 postes de recarga eléctrica para automóviles y tan sólo 118 electrolineras. Un número escasísimo, frente al existente en otro países europeos como Holanda o Noruega, que no incentiva tampoco la apuesta por la compra particular de un vehículo eléctrico. Estas semanas de la movilidad están muy bien. Pero deben venir acompañadas de programas concretos de transporte sostenible. Con presupuestos aprobados para su desarrollo e incentivos y ayudas para el consumidor.