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Duelo de cabezudos

El duelo de enanos y cabezudos en el que nos encontramos metidos es el resultado del duelo entre Rajoy y Mas, antes socios, y luego aprovechados rivales, para descolocar a todos los demás con el resultado que ahora se mueve el tablero.

Estamos al borde del precipicio. Es la opinión expresada por el secretario general del PSC, Iceta. Y, como en el mensaje de urgencia del rey Felipe VI, se destaca «Catalunya está dividida». Ya no es una brecha(social, económica, política) es una sima la que separa a los partidarios del «si» a la independencia- que están convencidos de haber ganado el referéndum del pasado domingo- y los que ni siquiera fueron a votar no y están por otra fórmula(solamente un 7 por ciento le dijo «no» al tripartito). Carles Puigdemont -todavía «molt honorable president»- ha dicho que un 30 por ciento del electorado (unos 7 millones de personas y/ciudadanos) fue a depositar su voto o cuando contaron eso es lo que había en las urnas made in China.

Nos encontramos ante una emergencia del Estado. Y conviene recordar lo que durante años hemos oído «preferimos una España roja a una España rota». Y el Estado en plena emergencia tira de los hilos y usa sus poderes (fácticos) y ejerce el poder, como Hobbes prescribía en Leviatan. Que nadie se llame a negaño, la fuerza se usa siempre, todos los días y cada día. Los que se llaman a escándalo ahora olvidan la «reconversión», las cargas contra los obreros de astilleros y contra mineros, o contra aparados en Andalucia, sea bajo el gobierno de quien sea o fuese. Tenemos en la retina las imágenes durísimas de las cargas en París, porque la presidencia de François Hollande ha tenido mucha contestación social y la gendarmería no se ha ido con chinitas. Tampoco Macron que está encima de un volcán en efervescencia va a dudar ( de hecho, desde hace dos años, están en estado de excepción en toda Francia, por el tema del terrorismo Yijadista). Y hay que pasares lo que ocurrió con el 15-M para cerciorarse. Sobre todo para ver como los «mossos» tiran de la porra cuando tienen la orden de sus mandos. El 1-O fueron los números de la Policia Nacional o de la Guardia Civil, enviados a Catalunya a reforzar a los «mossos» un tanto remisos.

Un hombre de la calle, vale decir, un hombre que representa al español medio me preguntó ayer, viendo las manis de Barcelona: «¿Ya se han matado? Por suerte, no. Pero el duelo de enanos y cabezudos en el que nos encontramos metidos (en medio, como los valencianos o la mitad y más de catalanes) es el resultado del duelo entre Mariano Rajoy y Artur Mas, antes socios, y luego aprovechados rivales, para descolocar a todos los demás (en especial al PSC y al PSOE) con el resultado que ahora se mueve el tablero y la partida pasa a otra cosa. Presumo que l´Arturet (como le llamaba la señora Pujol) es quien manda y ordena y el president por accidente ejecuta y obedece, forma parte del papel y del contrato. No creo que tenga autonomía, es un replicante. Y Oriol Junqueras no puede bajarse del tranvía en marcha. Como en Double Indemnity (de Billy Wilder) se dice que eso acaba en la muerte(en suicidio o ejecución).

Como los sucesos no van a parar y hay que reflexionar, se puede acudir a los libros, el de Francisco Manuel de Melo, Guerra de Cataluña (ed.Seix Barral) con la revuelta del siglo XVII que acabó mal (perdieron el Rosselló y la Cerdanya y sin Borbones todavía). Y Revolución en España (ed.Ariel) de Marx y Engels, donde constan muchas revueltas contra el poder y los reyes en España (ellos lo escribían a mediados del siglo XIX, pero vale como marco de referencia). Es de sobra conocida la frase lapidaria del primero en El 18 de Brumario de Louis Bonaparte. La historia se repite, la segunda vez como caricatura. Y ésta lo es, con enanos y cabezudos muy buñuelescos.

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