Siete días después del 1-O, «el procés» también se ha llevado por delante la poca credibilidad que le quedaba a la televisión pública nacional. TVE decidió el domingo pasado no realizar una programación especial para cubrir el referéndum en Cataluña por ser ilegal. Como ya comentamos, solo La Sexta echó el resto con 16 horas en directo y batió su record de audiencia, doblando a las demás. Por el que dirán, RTVE relegó la cobertura a su canal 24 horas, en el que los tertulianos de siempre, todos escorados al mismo lado, analizaban a su manera lo que estaba ocurriendo. La Primera informó desde sus telediarios y en el tiempo que duran dieron muestras sobradas de su visión sesgada hasta el punto de que muchos trabajadores de la casa en San Cugat se levantaron con carteles delante de los editores mostrando su vergüenza por el tratamiento informativo al dictado del Gobierno de Mariano Rajoy. Y así siguen.
No es la única cadena en seguir órdenes directas del ejecutivo de turno. Durante estas semanas, TV3 se ha posicionado claramente con la independencia, sin intentar disimular, sin rubor, con orgullo, porque están «fent país». Más que ofrecer información de servicio público para todos los catalanes, son el principal canal de propaganda del Govern de Carles Puigdemont. Sin entrar en el discurso único que modula toda su programación, emitió publicidad instando a votar hasta en la mismísima «jornada electoral» y se unía en la madrugada del martes a la huelga «en defensa de las libertades y para expresar el rechazo y la condena más absoluta a la violencia». Varios medios se han hecho eco del vídeo realizado para el canal infantil en el que relataban lo sucedido el 1-O como una batalla entre una especie de jedis independentistas que luchan contra las tropas imperiales de Darth Vader.
Entre tanto adoctrinamiento sin medida para todos los públicos, ha desaparecido el magacín que estrenaba Nuria Roca hace un par de semanas. En principio, es algo temporal debido al vendaval político. No hay espacio para frivolidades y dicen que la valenciana ha preferido no implicarse ni ajustar los contenidos del programa a las necesidades ideológicas como sí ha hecho el espacio similar de la tarde, en el que uno de sus reporteros realizaba una la conexión en directo sobre el capó de un coche de la Guardia Civil. Lo peor es que en TVE muchos trabajadores protestan por la manipulación. Sin embargo, en TV3 a nadie le parece mal lo que están haciendo.
