La respuesta a esta cuestión es compleja, pues el clima de las ciudades tiene una influencia que supera la propia escala local o mesoescalar donde se integra la ciudad, y por tanto influye en la región de los alrededores de la urbe en función de su tamaño. Pero la suma de los impactos de las diferentes ciudades del mundo, sobre todo en la generación de gases de efecto invernadero si se considera desde la Organización Meteorológica Mundial y del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (en inglés IPCC) sí que puede tener una influencia global, ya que los gases emitidos por los automóviles, las industrias y para la climatización de los interiores de los edificios y viviendas contribuyen al calentamiento planetario.

Hay que añadir que actualmene vive más de la mitad de la población mundial en las ciudades, el 54 %. Sin embargo son más evidentes los cambios en los usos del suelo que implica el crecimiento de la ciudad y que puede tener un impacto en las temperaturas, las precipitaciones y en las tormentas. Así los satélites muestran cómo los aerosoles urbanos tienen una influencia que se puede extender a sotavento de las ciudades.