La semana pasada Valencia celebró el Encuentro de alcaldes y alcaldesas de la FAO dentro de los actos programados por la Capitalidad Mundial de la Alimentación Sostenible. Un encuentro en el que han participado numerosas ciudades firmantes del Pacto de Milán y en el que se han comprometido a reclamar que la alimentación sea un derecho fundamental de la ciudadanía y más conociendo los últimos informe sobre el hambre en el Mundo.

Este tipo de evento, como decía Joan Ribó, alcalde de València, ha servido para dar un impulso a las políticas alimentarias en nuestra ciudad y volver a señalarla como organizadora de eventos de carácter social con un fin justo y ético que, sin duda, tiene que repercutir, en el ámbito de la ciudadanía y en la proyección social de la ciudad. Y digo que tiene que repercutir porque sino no habrá valido para nada el esfuerzo económico realizado y el trabajo de algunos sectores claves, como por ejemplo, MercaValencia.

Las conclusiones de este Encuentro, suponen un llamamiento, fundamental a los Gobiernos , a la puesta en marcha de políticas alimentarias contando con las organizaciones de carácter social, personas consumidoras, sindicatos agrarios, movimientos de soberanía alimentaria, grupos de investigación, productores, ecologistas€ Organizaciones que, sin duda, tienen mucho que aportar al desarrollo de nuevos hábitos de consumo que repercutan en una revolución dentro de la cadena alimentaria.

No obstante, las acciones, dada la situación mundial que vivimos, se debería de centrar, como se comentaba en el propio encuentro en dos ámbitos bien disitntos, asegurar la alimentación en algunos países para determinados sectores de la población, y la mejora de los hábitos de consumo para aquellos países que se encuentran en una situación económica nada comparable con determinadas ciudades participantes en el Encuentro.

Respecto, a nuestra ciudad, el ayuntamiento, ha anunciado una serie de medidas para influir en el cambio de hábitos de las personas consumidoras y propiciar hábitos más saludables y más solidarios centrados en políticas de proximidad. No obstante, y tal como le recordamos al alcalde, la calidad de los productos tiene que ser un factor clave para que la ciudadanía modifique sus hábitos de consumo. Hay que recordar que cerca del 80 % de la población sigue realizando sus compras en grandes superficies, que contribuyen de una manera muy importante al desarrollo económico de nuestras ciudades y que sería una equivocación dejarlas al margen de este tipo de iniciativas.

Las personas consumidoras creemos que necesitamos campañas de concienciación por parte de las administraciones para influenciar en nuestros hábitos de consumo y sobre todo buscamos seguridad y calidad en los productos que compramos y consumimos. No tendría ningún sentido iniciativas que nos dejaran al margen del desarrollo de proyectos sin contar con nuestra opinión. De momento, ya hemos empezado a trabajar en proyectos como el Observatorio Local de Sostenibilidad Alimentaria, con iniciativas de proximidad como el proyecto ApHorta o el trabajo que se está realizando para la creación del Consell Alimentari Municipal, iniciativas todas ellas que no tendrán sentido sin la participación de cada uno de los agentes de la cadena alimentaria.

También, en este tipo de iniciativas, la educación es clave, por ello es necesario la coordinación entre los entes educativos y las Administraciones para formar a los más pequeños en hábitos de consumo responsables y sostenible. En este sentido creemos de vital importancia las iniciativas que se están realizando en el ámbito educativo y en el ámbito de salud pública para concienciar a la población del consumo de alimentos saludables.

De todas maneras, creemos que para que este tipo de iniciativas no caigan en saco roto, hay que continuar realizando programas de concienciación social y si Valencia quiere ser precursora en políticas de alimentación tiene que hacer un esfuerzo de coordinación entre todas las concejalías (sanidad, turismo, comercio, consumo, agricultura€) y distintas Administraciones, trabajando codo con codo con organizaciones de la sociedad civil como las personas consumidoras, que sin duda agradeceremos este tipo de iniciativas que contribuirán a la mejora de nuestra salud y de nuestro bienestar en general.