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Corre Puigdemont, corre...

Hoy se sabrá si Mr. Puigdemont -ex molt honorable- acude a la Audiencia Nacional, para responder ante la juez Lamela o si se abstiene, junto a esos cinco esforzados caballeros y damas (así se supone) que tras montar un referéndum por la independencia (y la república además) y tras un juego de 'marivaudage' hizo que el Parlament proclamase "la Republica de Catalunya, social y democrática". Y en eso cogió el montante y en vez de ir a ver el Girona derrotar al real Madrid, lo que tiene morbo, se dirigió a Marsella y allí, en vez de volar a Argel o república Centroafricana, se metió en el corazón de Europa, Bruselas, donde mueren los presupuestos (sí, más de 1 billón de euros al año).

Esta fuga me recuerda la de mi amigo Albert Boadella, con otros amigos de su compañía, como el deslumbrante Gaby Renom, después de representar La torna, sobre una ejecución franquista (excuso decir alegal). Y la Guardia Civil los cogió, y Albert se descolgó y se fugó. También me recuerda la del ínclito director del cuerpo, Roldan, para gran disgusto de mi amigo, Antonio Asunción, a la sazón ministro de Interior (le dije que no aceptara esta oferta envenenada). De esta segunda aventura hay película. De la primera, lamentablemente no. Y era un lujo ver a algunos de ellos, de permiso, en el chalet de Nuria Espert en Alcossebre (he hablado con un amigo de Armando Moreno este pasado fin de semana).

Justificó el acto en rueda de prensa, en un modesto salón del Club de Prensa, por la falta de garantías y el peligro ante posibles agresiones, porque el Estado Español "actúa con violencia". Es raro esto, que no había sido denunciado este defecto de las leyes y la democracia ante el tribunal de La Haya (un fallo). También dijo, en un documento digno de psicoanálisis (en un 'chapurriau' de lenguas, pero en el que no respetó el walon, y eso que los independentistas de esta parte del reino de Bélgica, le apoyan, contra los afrancesados, como él) que acepta el reto de las elecciones autonómicas y que espera que el Gobierno acepte los resultados(como si fuera un plebiscito).

Un amigo que es un lince, paseando ayer por Colón, me señaló que si esos seis de la fama piensan quedarse en Bruselas "es que tienen dinero" y yo añadiría "apalancado" y detraído de la campaña internacional por el referéndum. ¿No creen ustedes, amables lectores? Barata no es. Y más bien aburrida. Recuerdo lo que me decían los eurodiputados: "nos pagan bien y nos aburrimos". Eso solamente lo animó Abel Matutes Torres dando fiestas en su villa a las afueras cuando fue comisario europeo y se daba las subvenciones a sus propias empresas.

Mientras el 155 se hace realidad y se despliega- era un artículo virtual y da de sí mucho, lo que sirve para aprender todos constitucionalismo a la carta- él se pasea ricamente por la Grande Place, no sé si irá al museo a ver cosas de Van Gossaert o el palacio donde hicieron de las suyas Juana la Loca, Carlos V o Isabel Clara Eugenia. Dudo que visite el hotel donde Rimbaud y Verlaine cocían en caliente la poesía moderna, entre dos asaltos. O que pase a saludar al rey Felipe de allá o la tumbra de Fabiola de Mora i Aragó, descendiente de Ferran el Catòlic, mediante bastardo egregio. Así llenaría su tiempo entre dos conferencias de prensa o entre dos requisitorias, que llegar llegarán.

Porque si viene hoy a la Audiencia Nacional tendrá que escuchar las medidas cautelares que le imponga la juez y me temo, que tras esa tocata y fuga, más chunga que bachiana, le mande a Soto del Real, con su amigo Jordi Pujol Ferrusola, el hombre de las finanzas del clan. Ahí saludará a los dos Jordis (duchos en el manejo de las turbas). Vamos a ver la segunda parte de Corre Puigdemont, corre€ Habrá filme).

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