"El capitalismo las quiere solas" dictaminaba Reyes Beltrán (Casa de la Dona). En el País Valencià, hace cuarenta años, se materializó la primera célula pro derechos de la mujer. "Hemos sobrevivido a todas las administraciones y a los gobiernos del PP que no nos querían, no nos quieren; pero estamos aquí", proclamó en la sala Paraninfo de La Nau, la letrada Herminia Royo (Asociación Separadas y Divorciadas). La mujer, por el mero hecho de serlo se ha visto doblegada, "colonizada", declara la poetisa lésbico-feminista Ilse Fuskova; una posesión en la que de ninguna de las maneras, cabe la libertad. Sometidas por machos homínidos, mermadas moral y económicamente, las hembras han sufrido y padecen desigualdades insultantes, onerosas explotaciones y atentados mortales por parte del androcentrismo. Arsuaga y Martínez, paleotólogos estudiosos de los Yacimientos Pleistocenos de la Sierra de Atapuerca, argumentan: "Tanto las mujeres como los varones tenemos el encéfalo que corresponde a nuestros respectivos tamaños; o dicho de otro modo, ambos sexos estamos igualmente encefalizados", haciendo hincapié en que "la programación genética no es el enemigo de nuestra libertad, sino que nos permite valorar las diferentes opciones y escoger entre ellas".

"Si las mujeres paramos, el mundo se para" proclamaba Beltrán en el acto inaugural de las pasadas Jornadas Feministas, donde Eva López, perteneciente a En Clau de Dona (Castellón), valoraba el imprescindible activismo de las nuevas generaciones: "Hay un punto de intersección entre feministas jóvenes y mayores; debemos tener mentalidad ganadora. Necesitamos a la gente más joven para esta lucha". Arroyo, en su alocución, citó un caso que llevó en el que: "Me denegaron una separación porque el magistrado dijo que le había pegado (el marido a la esposa), pero no le había pegado demasiado". Violencia, crueldad y maltrato se ceban en las mujeres. En cualquier país. En cualquier tiempo. En cualquier cultura. A la mujer se la cosifica, se abusa de ella sistemáticamente, se la utiliza y tortura, se la mata e infravalora. Teresa Yeves, profesora de la Universidad de Valencia proclamó: "Contra la violación y la pobreza, marchamos todas".

Razzias atroces secuestran a adolescentes vírgenes, garantes de no ser portadoras de enfermedades venéreas transmisibles sexualmente, para convertirlas en esclavas sexuales de guerrillas y ejércitos. Quemaduras de cigarrillos, huesos rotos, sexos abrasados al rojo vivo, decapitaciones, "crímenes colectivos de muchachas ahogadas en unos mares infestados de serpientes, muchachas a las que se hacía rodar sobre planchas de clavos a modo de castigo", son brutalidades relatadas por Jean-Michel Deveau; el mismo autor escribe sobre el "trabajo doméstico forzado, los falsos matrimonios, el empleo clandestino y las falsas adopciones"; aseverando que, "los nuevos medios de comunicación facilitan tráficos". En los genelev turcos las mujeres "son retenidas por reconocimientos de deudas, que superan sus posibilidades de pago", algunas han sido vendidas por sus maridos. Burdeles, pisos, descampados, rotondas son algunos de los escenarios de un comercio sexual al que las mujeres se ven obligadas por proxenetas, mafias o por la pobreza. Niñas vendidas para el turismo sexual, agencias clandestinas de emigración que expenden falsos documentos y prostituyen de por vida a las mujeres. En batallas tribales las hembras eran apresadas para procrear y eludir los devastadores efectos de la endogamia. Atavismos fomentados por intereses de poder han utilizado a la mujer como víctima expiatoria, y la ignorancia ha sido un arma de manipulación tiránica, Linda Nochlin, historiadora, inventora de los Estudios de Género, reivindicaba la presencia de la mujer en el mundo del Arte; ¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas? La mujer ha sido vejada en todos los entornos y épocas, "Felipe II mandó castigar, por pragmática de 1566, a los maridos que por precio consintieren que sus mujeres sean malas de cuerpo. La ley daba al marido ultrajado la facultad de matar a la mujer infiel y a su cómplice sorprendido in fraganti, quedando él en completa impunidad". Actualmente la tibieza y demagogia ante los asesinatos, "feminicidios", es inexcusable, dolorosa y vergonzante. Víctimas de torturas físicas y psicológicas viven en constante temor: por ellas, por sus hijos e hijas por quedarse en la calle, sin recursos económicos. Víctimas desamparadas en la huida del terror, del miedo constante. "A la lucha contra la violencia de género, la Comunidad de Madrid solo dedica un millón más en 2018. Este presupuesto va destina do a la atención integral de las víctimas, a los planes de sanidad, por ejemplo" ("El diario", 31/10/2017); con anterioridad, la noticia fue: "El ejecutivo de la Comunidad de Madrid no ejecutó la (partida) destinada a reforzar la lucha contra las agresiones machistas" ("El Diario", 08/07/2017).

Intereses y organigramas patriarcales se ceban en la mujer hasta llevarla al ostracismo, porque: no es joven, no es atractiva, no se conforma, no le baila el agua al sistema heteropatriarcal. Voto femenino, igualdad ante la ley, derechos reproductivos, ecofeminismo, transexualidad, libertad de opción sexual, igualdad salarial son algunos de los puntos que recoge el movimiento feminista. Sufragistas francesas e inglesas, abrieron horizontes a mujeres que hoy en día, se movilizan mediante colectivos diseminados por el mundo. Mujeres defensoras de la naturaleza son asesinadas por su militancia; la hondureña Berta Cáceres, "tras pasar años recibiendo amenazas de muerte por su campaña por paralizar la construcción de la presa de Agua Zarca, una infraestructura que, de construirse destruiría bosques nativos y territorios indígena", la mataron a machetazos, ("Europapress", 05/07/2017)."Nos quieren calladas".

El feminismo de pueblo está en auge, utiliza las redes telemáticas y autogestión, Sonia Rubio de Adona´t Espurnes Feministes (Alcácer), invita a: "Que vengáis a los pueblos que se están haciendo cosas muy chulas". La solidaridad es uno de los perfiles feministas. "Lo que le pasa a una mujer le duele a las otras", afirmaba la representante de Dones Sobrevivents Lilith. Mujeres siempre en pos de la fractura del "techo de cristal". "Antes o después, las mujeres descubrirán como conquistar el poder. Y cuando eso ocurra, Dios nos asista. Después de todo, son el sexo fuerte. Contrariamente al tópico, los tíos somos los débiles", escribe en su libro el controvertido cineasta americano Michael Moore. Feministas valencianas pregonan que: "ocupar la calle es un derecho, que no todas las mujeres tienen". La Universidad homenajeó a la relevante y ferviente militante feminista Carmen Alborch. Mujeres valientes: Victoria Kent, Josephine Crane, Gertrude Stein, Clara Shumann, Emilie Flöge, Frances Cobbe, Caroline White. "El patriarcado depende de tener a las personas aisladas unas de otras, desconfiando y compitiendo unas mujeres con otras, esa es la garantía para la continuidad del patriarcado. Desde siempre la derecha política ha visto a las mujeres como criaturas peligrosamente radicales€ y la izquierda nos ha visto como a criaturas peligrosamente conservadoras€", Ilse Fuskova en diálogo con Silvia Schmid ("Amor de mujeres").