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La nueva guerra fría llega también a los medios

La nueva guerra fría entre Rusia y lo que seguimos llamando Occidente ha llegado también a los medios de comunicación.

Los primeros en romper el fuego fueron los Estados Unidos de Donald Trump, que han obligado a la televisión rusa RT América a registrarse como agente extranjero" en aquel país.

De no hacerlo, su director podía ser detenido y las cuentas, congeladas, algo que fue calificado por un miembro de la Duma (Cámara de Diputados rusa) de "total desprecio a la libertad de expresión"

Como era de esperar, Moscú no ha tardado en responder con la misma moneda, y su Parlamento aprobó este miércoles una medida que obliga a inscribirse también como agentes extranjeros a los medios que reciben financiación de fuera del país.

Es fácil imaginar que el blanco principal de esa medida son las emisoras estadounidenses la Voz de América y Radio Liberty aunque podría afectar a otras como la CNN.

La Deutsche Welle, radio pública alemana, que se financia con dinero del Estado, y otras emisoras extranjeras podrían, al menos teóricamente, tener que inscribirse también como agentes extranjeros en Moscú.

Conviene explicar que el registro equivalente de Estados Unidos se basa en una ley, no derogada, de 1938, dirigida entonces contra la propaganda del régimen hitleriano.

Durante toda la guerra fría figuró en ese registro la agencia de noticias estatal rusa, Tass, y actualmente también está el diario en lengua inglesa China today, considerado portavoz del Gobierno de Pekín.

RT América ofrece, entre otros, espacios moderados por conocidas estrellas de la televisión estadounidense como Larry King o Ed Schultz, a quienes se sumará próximamente el ex primer ministro escocés Alex Salmond.

La prensa estadounidense no ha vacilado en considerar que esas viejas estrellas se han pasado al enemigo y ha llegado a calificarlas de "caballos de Troya" del Kremlin.

La Unión Soviética y su imperio hace tiempo que dejaron de existir, Rusia es todo lo autocrática que se quiera, pero también capitalista, y, sin embargo, hay quienes prefieren no darse por enterados.

Por ejemplo, hoy mismo leía uno en la prensa alemana las advertencias del jefe del servicio alemán de inteligencia (BND), según el cual Rusia es "un peligro potencial".

"Las ambiciones de poder rusas van a aumentar", predice ese jefe de espías en plan premonitorio, cumpliendo así el papel que le han asignado.

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