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Historias de la tele

Hace tantos años que entré en TVE (1977) que pude recibir la alternativa de Eduardo Sancho -un mítico chico bombón de los tiempos del Paseo de la Habana- y confirmarla en la pantanà (1982) cuando, en el mismo Telediario, pasé del helicóptero de Misión imposible a hundir los jarretes en el fango por celo profesional. TVE ha cumplido 61 años y en muchas casas habrá sido el pariente más viejo de la cena familiar de Nochevieja, si la hubiere: la abuela fabuladora que cuenta sucedidos al calor frío de la pantalla de plasma. La tele estrenó la hiperconectividad, aunque fuera en una dirección. Y sobre las resacas, culpas y propósitos incumplidos de muchos cambios de año, vuelan los grandes saltos de esquí de Gstaad y la Marcha Radetzky del concierto de Viena. El que esté libre de pecado, que apague la tele.

Ahora todo eso nos lo ha contado en un libro -Historias de la tele- María Casado, que es catalana y recia y practica a diario una hora de entrenamiento militar. Como otros periodistas, María siente en la tele los agobios de lo que discretamente denomina «la falta de medios, los obstáculos» y ha optado por el repliegue táctico. Las anécdotas, la nostalgia, la memoria sentimental y su banda sonora. Por eso siguen con las uvas Anne Igartiburu y el draculín de la capa.

Incluso cuando se hace buena información los periodistas de la tele se conforman, se han de conformar (me costó gestionar este hecho) con la calderilla del reconocimiento intelectual. Salvo que uno presente un programa de libros y cuadros y pueda arrimar al candelero a los pavos mejor criados del corral para que desplieguen el abanico oculado de sus gracias, ciertas o atribuidas. Vladimir Nabókov se pedía además un whisky (se lo tomaba en la taza del café con leche) para ser entrevistado por Bernard Pivot. Aquí estrenamos el año con verbena (en Betanzos añaden una feria) y en esa vigilia pagana, en su recuerdo, flotan los hitos de nuestra edad: las gamberradas de Martes y Trece, aquel escote en gran angular. El poder de la tele es un poder de arrastre.

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